sábado, 25 de marzo de 2017

Gracias

Me estoy cansando de esperarte amor mio, y eso me tiene al borde del desquicio. No he perdido la cordura como para sostenerte de las manos y robar la esencia de tu cuerpo indefenso que yace en la cama, pero si que me pierdo viendo tu silueta, cada vez más mesmerizante, pecaminosa para mis ojos que no hacen más que pecar al  verte, encontrando piel que desborde mi mente como la paja en la alpaca del establo de mi líbido, y la paja desborda pero se queda en mi mirada, que aun desenfocada te percibe como un bello tesoro, y a veces también, como mi mayor perdición.  Ahora que duermes, me doy el lujo de escribirte, y evitar así que mis palabras te ofendan, porque aun buscando encantarte, sé que no es a mí a quien buscas y no estoy tampoco para encontrarte. Que terrible es tenerte cerca y sentirte tan lejos, pero peor sería tenerte fuera de mi vida, porque a ti pertenecen mis piropos, mi poesía, mis noches, mis inspiraciones, mis aspiraciones, mi ser. Entonces, amor mío, te pido disculpas por mi mirada ansiosa, y te doy un gracias al viento, al papel, por la compañia condicionada y los pequeños momentos de esperanza, que si bien falsos, no los cambiaría por nada.

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