martes, 9 de agosto de 2022

Luna

 

Cuéntese del hombre que parecía enamorado de la Luna. Desde que tenía cinco años, buscaba cada noche y sin falta a aquel satélite de tonos blancos y amarillos. Le amaba con cada forma y tamaño que mostraba, pero mientras más cerca le tenía, más sonreía y más alegaba que ella bajaría un día a llevarle consigo. Cuando cumplió los diez, supo que aquello nunca pasaría, así que decidió ir a buscarla en persona. Sabiendo lo difícil que sería volverse astronauta, comenzó a leer libros adelantados a su grado, y practicaba cada fin de semana en el fondo de la piscina, caminando por debajo y llenando de estrés a su padre.

El día llegaría, y acabados los estudios, estuvo listo para entrar al programa espacial, sometiéndose a pruebas para las cuales había practicado toda su vida, ganándose pronto su puesto. La misión era exploración, buscar minerales raros, y estudiar en entorno. Los nervios le consumían mientras caminaba junto a su equipo hacia la nave. Jamás había demorado tanto en colocarse un cinturón y sudaba sin medida. En aquel momento era imposible verla, pero sabía que pronto estaría con ella. Realizaron el protocolo de despegue paso a paso, siguiendo las directrices de la torre de control, pero entonces, uno de los sensores en el sistema de combustión falló, y la luz del día fue opacada durante un efímero instante por el color del Sol al atardecer y el de la mañana que en un parpadeo figuraban abrazarse.

Cuando volvió a abrir los ojos, ahí estaba, junto a ella, como siempre había querido.

“Madre, hace mucho que quería verte”.