viernes, 21 de enero de 2022

Cadenas

 Si se tratase de una tragedia contada desde los serenos lamentos de mi aún somnolienta alma, aquel que la leyese se vería en la penosa necesidad de acurrucar su pequeño corazón ante el frío fervor de estas letras sacadas del diccionario, víctima de una sed incapaz de cesar sino es con un trago anisado y adormecido. Y es que, para sorpresa de pocos, este corazón ha tratado de saciarse una y otra vez entre sueños y aspiraciones dubitativas y carentes de plenitud, de amores no correspondidos y otros no tan alabados, para finalmente consolarse con una botella que se desborde en literatura y literal.

Pobre el tonto y también el que dé por ignorado el aviso de privarse de la curiosidad de un argumento mal justificado, pues aún con bello atuendo de prosa y verso y elegante desfilar de sílabas contando la medida de sus pasos, dejan entrever un sin sentido de anhelos que nunca pudieron ser acuciados.

Como uno de tantos que ha soñado con poder lograr los sueños que soñaron otros, me permito despertar, y decir que me gustaría seguir soñando. Como ya había sospechado, el dinero no ha llenado ni siquiera mis bolsillos, a pesar de seguir los pasos de los zapatos que me fueron puestos a la fuerza. Quizás es eso y nada más, la naturaleza del hombre a luchar por deshacerse de lo que detesta, cuando no es que busque algo en especial.

Libra al hombre de sus cadenas y lo librarás de significado.

Hoy, solo significo estar atado.