jueves, 9 de marzo de 2017

Dedicatoria

A ti que me olvidas en la ausencia,
que canjeas mi amor por baratijas,
y encierras los pesares con candado.
Aquella que fue mi cero culpa,
mi primer desliz, mi segundo eterno,
mi tercera persona, mi cuarto vacío.
A ti te dedico la canción perdida,
la que no quiero encontrar
llorando a un costado de mi cama.

Te ofrezco mi silencio huraño,
mi poesía desgastada y repetida
que algún día dijiste haber llorado.
Te regalo un ramo de no me olvides,
con el significado más amargo,
pero también más humilde entre las flores.
Tuyos son ahora mis descuidos con desdicha,
mis críticas acerbas
y mi indiferencia entre las damas.

Pues hoy desecho lo que no aceptaste,
mis sueños de familia y de cariño,
mis años de incoherente fidelidad.
Mis platillos de cena para dos,
la botella de vino que me terminé,
los regalos de momentos que no existieron.
Mis masajes cuando volvieras del trabajo,
mis cariños continuos,
labios que nunca dieron con los tuyos.

Hoy te dedico un adiós.

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