Me he caído unas veces de la cama,
en llamas a un infierno pasivo,
lascivo sentimiento por incomodar
y recordar el paraiso perdido.
En un martirio reside mi alma,
que las llamas arden sin estilo;
aun vivo esperando quemar
y que ardan los que estan conmigo.
Me he sentido triste a carcajadas
y con las mejores caras para mis amigos;
cariño exijo podes acariciar,
aun si exageran seis de mis sentidos.
Aun no he sentido enamorarme sin mañana,
en la maraña de lo eterno y el olvido;
aun metido dentro en las entrañas
del pecado que no debí haber cometido.
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