Carezco de vergüenza y de paciencia, admito que la soberbia me domina y que en mis actos y palabras jamas logro decidirme, pero en los caminos de la fidelidad jamás he de fallar; soy un hombre estricto y de principios en lo que a dar se refiere, y en el amor, no se puede dar menos que todo y esperar mas que nada.
Y se que en mis labios hacen falta carne y humedad, y en mis brazos la fuerza para llenarle de seguridad; pero en mis manos recae la suavidad con la que le tocaría tan gracilmente, y en mi lengua la suficiente humedad para saciar su sed de cariño.
En mi mirada quizas haya mas terror que la vision de un corazon, pero en mi voz puede asegurar lo veridico de mis palpitares, y como despues de un rato, se aceleran si se acerca lo suficiente a escucharlos.
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