Dulce de sabor foráneo
ven y sacude mis sentidos,
hazme sentir encantado,
no me dejes salir vivo.
Suave eres entre mis labios
y en el alma un torbellino
de sentimientos encontrados;
muestrame parte del camino
que me guíe hacia tus manos,
que me deje en el exilio
de lo que ha sido un pasado
de propósitos perdidos.
A tu boca dejame imantado,
a tus ojos dejame testigo
del sabor de cada día a tu lado
y del encanto de sentirnos vivos.
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