martes, 7 de agosto de 2012

Un mal veredicto.



¿Escuchas eso? Creo que es el corazón queriendo salir... Ha estado tanto tiempo aprisionado y siendo confundido con tanto inmundo criminal, que sus latidos solo exigen un poco de justicia divina. Sus matices ya no son rojos vivos, sino mas bien un morado moribundo, por la falta de oxígeno en la jaula donde le dejaste.

Su piel es aspera, desnuda tanto tiempo a un suelo de concreto y a un clima intempestivo. Sus ojos han quedado secos de las lágrimas que jamás has de notar y sus labios partidos y secos de tanto gritar lo mismo. Es cierto. El ha gritado meses, años. Tanto grito que apenas logras notar sus quejidos de lo afónico que ha quedado. 

Sus ojos han perdido la vista. Es curioso, porque se le ha acusado de no saber ver otros corazones. Ahora, realmente no los puede ver. Fuimos testigo, juez y verdugo de tantos errores; vendidos por hormonas apasionadas e irracionales, que vivieron para el peligro, y murieron escapando de el. A veces creo que esa es la muerte mas cruel que se les pudo dar, lejos de lo que los hacía sentir vivos... Quizás es un poco de la justicia divino que tanto exigía el corazón.

Y, a pesar de su apariencia demacrada, el corazón sonríe. Es su trabajo. El no puede darse el lujo de no levantarse de buen humor un día. Tantos dependen de el, tantos como los que le han dañado. Así como todos dependen de el, el depende de todos, para que en un todo logren hacer su propio circulo vital. Es cierto que ha sufrido mucho ahí dentro corazón, pero es deber del fuerte proteger al débil. Así el corazón de la condena de las emociones y demás órganos insensatos. Nunca lo agradecerán, pero así esta bien.

Ya fuera, se encuentra con un frío atroz, y una sociedad amargada. Un momento basta, como para sentir nostalgia por la soledad de la celda. Pero el sigue caminando, latiendo, sonriendo, escribiendo. Porque aunque sabe que leen de el y probablemente jamas sepa quienes fueron sus lectores, el quiere creer que su amor es una fanática de sus obras. Hay que seguir creyendo. Nadie mas lo hará.



 Deja un comentario sobre que te pareció la obra. A veces es bueno saber a quienes llegas.


1 comentario: