El tiempo en un reloj roto,
Los pasos que das en el mar,
La sangre en un baño rojo;
así de relativo es el soñar.
El año que reinó el mar Rojo,
El suelo que está en la profundidad;
la vida y sus distintos cerrojos,
que algún día alguien loco abrirá.
Sólo una puerta para un tonto,
una respuesta traída del mas allá,
los espíritus aun se hacen sordos,
y ciegos ante las puertas por millar.
Me he metido en este embrollo,
de buscar las puertas y lo que habrá;
mas me temo no podré con el cerrojo,
porque antes el sueño me levantará.
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