sábado, 18 de noviembre de 2023

Miss Hold Frog

 Hubo alguna vez una rana con sombrero, que andaba por los charcos de la época de lluvia, y arcos hacía en el agua turbia, mientras que un corcel por domar soñaba.

Vio entonces los nenúfares e hizo como si el más grande domara, pero un salto bastó para romperle y sola de nuevo la rana.

Visto el error cometido y dispuesta a seguir su propósito, buscó el pez más veloz en las cercanías del río. Un besugo apareció en el camino y su lengua pegó a sus rojas escamas, pero siendo tan rápido, la rana arrastró hasta haberle perdido.

Sola y herida la rana a su sombrero apretaba sus hilos, cuando un llavero se acercaba flotando por encima de la corriente del río. Llamado por el brillo y las piedras de colores, la rana saltó sobre él y sintió el rígido frío, se tambalearon las piedras y el agua mojaba sus orbes y feliz finalmente de domar un corcel de colores.

Pero vaya sorpresa, la rana atorada en las piedras, con el hilo del sombrero atrapándole, y río abajo hasta llegar dónde los hombres pescaban veloces. Vieron la rana y salvaron entonces, pero no sin antes grabarse la esencia de la rana y su pose.

Así la rana compartió destino con el corcel de varios colores, volviendo madera su elegante figura, el rojo del sombrero y su gran nombre, dónde visto desde lejos, parece domar aún los llaveros con porte.

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