lunes, 16 de mayo de 2016

Ensayo 20

9 de Mayo

Hoy he visto a Laura. Siempre tan despreocupada del mundo, tan relajada que un quiropráctico no hallaría motivo de cobrarle algún servicio, y sin embargo, me he encargado cuidadosamente de verificar que no tuviera un nudo en su espalda, un dolor en su pecho, o simplemente un instante de preocupación frente a mí. Soy débil ante el instinto de la carne, pero antes muerto que rendirme a la soledad, pues de un sufrimiento tan tenaz como el que generasen mis pensamientos no escaparía ni con la pluma ni con la daga, y solo el jinete negro vendría por mí en el rincón de mis delirios.

¿Quién ha de quejarse de los arrumacos, de las muestras de cariño, del éxtasis gratuito de un corazón que puede olvidar todo menos a abrirse?

Hemos salido a comer poco después, pues cuando el corazón late, el metabolismo se acelera, y de un momento a otro, el estomago amenaza con digerirse a sí mismo. Una conversación simple es el obsequio de Laura cada día que es posible llamar, que es inevitable mirarse; y si bien no es algo para llenarse, es algo que me ha mantenido con vida últimamente.

Esta noche mi cama huele a ella.

11 de Mayo

Si bien el diez de Mayo es el día de las madres, el once fue como un día del padre adelantado. Mi padre ha vuelto a pintarse el cabello, quiero pensar que es porque vuelve a preocuparle su apariencia. No solo eso, sino que comenta darse vueltas por las ciudad a velocidad de pasos, cenar más saludable, lo cual es una gran mejoría para alguien que se la pasaba durmiendo cada fin de semana y cenaba en algún puesto cercano a la colonia. Su actitud también ha cambiado, mejorado si me es permitido opinar; habla como un viejo, de anécdotas y amigos que murieron en guerras que nadie puede recordar, pues no fueron lo suficiente para libros de historia. Habla de conquistas y fracasos, de mujeres bellas, las cuales recalca haber conocido antes de conocer a mi madre. Me resulta un poco inocente que a estas alturas él quiera ocultar algo, años han pasado desde su separación y si pecó de mujeriego o no me trae sin cuidado. 

Después de tantos errores que pudo haber cometido en su vida, es mi padre y más aun, alguien con bondad escondida. Hablamos de música, del trabajo con el abuelo, de como aprendió a conducir, de cualquier cosa pasada que con el tiempo va perdiendo lo amargo y solo deja un buen sabor en la boca, de libros, de tener un trabajo que te guste y en esto último, me he reído irónicamente para mis adentros.

12 de Mayo

He aprovechado la escasez de mi tiempo para presentar a Laura y Carlos. Sin embargo, no contaba con el hecho en que ambos resultan personas muy cerradas, y que bien yo no soy el experto en socializar. Terminé en medio de dos conversaciones completamente diferentes y de silencios que trataba de romper sin un resultado duradero. Al final, no he conseguido más que una opinión general al respecto de cada uno, que al menos suena positiva. Carlos se fue rápido por otros compromisos y Laura se ha quedado en mi habitación, esperando a irse con el Sol. Para mi fortuna que el Sol se esconde hasta las ocho de la noche en esta parte del mundo.

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