viernes, 6 de mayo de 2016

Ensayo 19

2 de Mayo

Llegué al departamento y topé con una bella sorpresa: Miriana. En estos últimos días le ha dado por buscar compañía en brazos ajenos a su cuerpo, su novio ha salido de viaje y en la distancia sólo han encontrado soledad y amargura. Sea cual sea la situación, no puedo ser más que un pilar de pie para ella; sacarle una sonrisa y no aprovecharme del asunto suena a lo correcto. Al fin de cuentas, no existe peor maldición que aquella de buscar los caminos fáciles en el amor. Dinero, belleza, alcohol, dolor, no necesito nada de eso para pelear una batalla por demás perdida.

He de admitir que de a poco me he ido acostumbrando al papel de amigo. Es algo agradable y sin embargo aterrador, pues me temo que aquello que sintiera se mezclase con las vulgaridades que tanto expulso con mis allegados y que amenace el día cuando olvidase que detrás de tan buena persona existió un ente que me instigaba al pecado. Recientemente he pensado que lo mejor puede ser exponerle lo que aun siento latente, sin esperar un si, sin esperar el mínimo consuelo o duda, solo manifestar aquello que, como en el papel, se acumula, se decanta y perece memorable, lejos de la memoria.

 6 de Mayo

Si bien los estudios han cesado un momento y durante diez días mi estrés ha declarado huelga, aun se mantiene la burocracia desagradable de las instituciones, atándome a obligaciones por demás absurdas y explotadoras, que han terminado por arrebatarme el tiempo, el buen humor y la voluntad de hallar un sano entretenimiento entre mis sueños. Al menos dormiré un par de horas antes de viajar a casa...

7 de Mayo

Películas, indigestión, charlas sin propósito, y ya en la cama, se asoma por la puerta una fiesta que termina inevitablemente por dejarme toda la noche sin dormir, a mi que no fui agraciado con el don de saltarse el sueño, a mí que alardeo de dormir diez horas, ahora me veo en una situación complicada. 

En el viaje a casa he encontrado un viejo amigo. Emilio es una persona como pocas, de gran impresión y pocas exigencias para el mundo, de súbitos deseos y enardecidas energías para llevarlo a cabo, alguien tan completo estando solo, y sin embargo, un niño todavía a mis ojos. Aquel joven de 1.83m alguna vez fue un enclenque parlanchín y uno de mis mejores amigos, que si bien no ha dejado de ser lo último, hay que admitir que la distancia hace imposible defender tal postura. Ahora estudia ciencias políticas, se dedica en sus tiempos libres a su banda de sonidos que aun no me decido a comprender, se mantiene en condición de maneras que para mí serían insoportables; desea entrar al gobierno, espera crear un cambio significativo en un mundo por demás perdido. Ha cambiado y pienso que para bien, quizás pueda verlo un día de estos como el líder de un gran numero de mentecatos.

Por fin, toqué nuevamente el suelo donde comencé mis andadas, vi a mi familia y entre delirios por la somnolencia, he comido delicias de mi tierra y he reído con charlas sin sentido, que a diferencia de las usuales, carecen de ese léxico blasfemo e inapropiado. No podían faltar los comentarios de cuanto he cambiado, de que tan delgado estoy, pero curiosamente nadie hace énfasis en aquellas ojeras que asemejan un antifaz en mi rostro, quizás prueba de que nadie presta verdadera importancia al bienestar de uno. Así y por más tiempo del que podía mantenerme en pie, logré llegar a casa y desmayarme un par de horas sobre mi antigua cama, deseando que nadie interrumpiese aquel íntimo encuentro...

8 de Mayo

Y como si hubiera escupido un mal presagio entre mis palabras, la mañana llego muy rápido con el hambre de mi hermano, con un televisor suficientemente alto y con un calor apenas tolerable para cualquier ser vivo no bacteriano. Es cierto, estoy en la ciudad de las brasas, el punto más cercano al Sol, el infierno en la Tierra. Exagero, pero algo de cierto habrá en mis palabras. De unos años hacia hoy, los cuarenta grados durante primavera son de lo más común, creando en los nativos una especie de adaptación basada en traer el sudor frío y la sangre caliente y en su búsqueda por acabar con el calor, en lugar de cesar la tala de árboles, han optado por asesinar el calor de los cuerpos. Es más fácil destruir que crear supongo, y es por eso que la ingeniería es tan demandada, al menos en comparación con la tremenda saturación de administradores para negocios que están al punto de quiebre.

El desayuno me fue preparado, lo cual es un obsequio tras el proceso de independencia al que me enfrenté el último año. Un refrigerador lleno, una alacena repleta de especias, galletas y comida por demás funcional, hace que extrañe cada vez menos aquel departamento churretoso.

Apenas terminado el desayuno, mi madre llegó de su viaje. Mi padrastro ha estado trabajando fuera del estado desde un buen tiempo, pero sus días libres se han visto acostados a solo dos por cada tres semanas. Un sistema terrible para alguien que buscaba estar lo más cerca posible de la mujer que ama. Aun así, ella se da sus escapadas de fin de semana para verle, a expensas de que sus hijos son lo suficientemente viejos para no morir de hambre. Su llegada ha sido bien recibida, y en lugar de un merecido descanso de cualquier viaje, ha optado por salir por un helado, ir a un centro comercial, considerando quizás que mi estancia aquí sera muy breve como para perder el tiempo en trivialidades como el descanso.

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