Dejame alcanzar esas luces rojas
que quisiera nunca mas volver a recordar;
dejame cambiar las sabanas de mi cuarto,
que solo así el sueño nos alcanzará.
Permiteme cantar esa canción triste de nuevo,
aquella que me acompaña cuando tu te vas,
y siéntete libre de dedicártela cuando yo no este
o de maldecir mi nombre una vez mas.
Enciende si quieres las luces rojas,
pero hazlo sin que sepa que sufrirás,
y limpiate en las sabanas y levanta temprano
para lavarles sin que nadie mas me vuelva a recordar.
Y aleja las tijeras y tentaciones
de tus manos hábiles para cortar;
apartate de los pinceles y pintura blanca,
que con ellos tu dolor no acabará
Entiende al confuso soñador
que en la traición se tiende a encontrar;
y cuando lo hagas olvida y revive,
con un abismo listo por llenar.
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