Hazme saber que el mundo no es tan cruel,
aun si es algo que yo te he enseñado;
que en mi consciencia vuelan las razones,
así como las excusas del verano.
Recuérdame el porque de mis desvelos
y como es querer al ser amado;
que en mi inocencia se marquen las heridas,
dejadas por instintos desbocados.
Ayúdame a cumplir esas promesas
y mas a reconocer que me he desviado;
que aun siendo un genio, soy idiota,
con las direcciones y los sueños mas amados.
Desnúdate cuando en mi cuerpo haya frío
y abrígate cuando mas me haya encariñado,
pues me acostumbro fácilmente a ser querido
y siempre olvido calentar tus labios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario