martes, 19 de julio de 2016

Ensayo 27

16 de Julio

La casa empieza a sentirse silenciosa sin Alfredo por aquí. Ha salido a visitar a su padre, y en el camino a un par de amigos que ha dejado a su paso. Mientras tanto sigo a la espera de aquel animo para proseguir mis estudios, que a un paso de terminar, me tienen más en pánico que cualquier asignatura "filtro".

18 de Julio

Creo que acabo de romper mi corazón. Si, está roto una vez más. He terminado lo mío con Laura. Bien sé que no era algo formal, que todo iba muy bien entre nosotros, y por lo mismo era necesario. No, no soy un masoquista, pero la distancia pudo más, o lo iba a hacer. Tenía que hacer ahora que no doliese tanto, que aun pudiéramos salir vivos. A fin de cuentas, yo no sé donde quedaré parado al terminar mi carrera, pero definitivamente no será donde ella, pues de sobra reconozco que la industria es algo escaso (sino es que inexistente) en aquél lugar. 

Ella ya lo había mencionado antes, no pensaba moverse de ahí, ¿y quién soy yo para contradecirle? Ahí está su familia, su vida tan desprevenida a mis ojos se ha cimentado como la tierra en el fondo de sus ríos, mientras que yo estoy a dos mil metros sobre el mar, sobre el suelo, flotando en derivas. He hablado de lejanías, de caminos que no se cruzan, o que por lo menos no lo harían sin sacrificios y tiempo, y en mi debilidad, le he hecho tomar la decisión. La mejor decisión. Ella es más fuerte que yo, ella ha decidido el adiós, mientras que yo finjo estar bien con ello y por última vez, le recordé lo mucho que la quiero, tratando de dejarle un consuelo a mi corazón, a los fragmentos. 

Alfredo ha dicho que vería a Laura en estos días, espero con el pueda desahogar ese trago amargo que conmigo se ha tenido que pasar.

19 de Julio

Sueño que puedo volar, que soy un ave entre un grupo selecto que puede maniobrar entre los cerros y aquel volcán que es más que un mito para mí. Pero cuando intentó ir al Sur, el viento está en mi contra.

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