domingo, 6 de diciembre de 2015

Ensayo 1.

4 de Diciembre

Después de clases, fue extraño encontrarme con Alfredo y Carlos en la sala durante tanto tiempo (principalmente porque Carlos nunca sale de su alcoba)... en fin, que después de cenar siempre insiste en volver a la habitación, pero esta vez duró dos horas más jugueteando con el plato, huyendo en esta ocasión de la responsabilidad de la escuela. Típica tendencia de procrastinar como la de cualquiera en este departamento. La plática tornó en asuntos de la más importante irreverencia con un toque de burlas, de mi parte principalmente y entre risas nos despedíamos de los problemas más recientes.

De repente, llegó un incomodo silencio cuando Alfredo mencionó que Miriana quería venir a tomar un trago en compañía. Algo dentro de mí se sentía satisfecho, como si la cúspide de mi trabajo semanal recayera en ese evento tan prometedor. En cambio, Carlos se sintió con acidez estomacal; había llegado a ese punto donde el enamoramiento acaba. Aquel que conocí como un soñador y creyente de los caminos cruzados, resultaba ahora un ermitaño con dolor de vientre. Se negó rotundamente a hacerle cara a Miriana, por lo menos durante un rato y aunque para mis adentros me resultaba de lo mas infantil y cobarde su actitud, no tuve más remedio que ceder a ese rechazo tan lleno de dolor y acidez. 

5 de Diciembre

De tantos planes entre mis compañeros y Alfredo, terminé encerrado en casa con Carlos. Al menos sirvió para convivir unos... 35 minutos. Es época de proyectos y exámenes finales, por lo cual es entendible que no hubiera mucho tiempo para procrastinar, pero un vago anhelo se apoderó de mí entre ratos, un nombre, una sonrisa. Miriana. 

Es trágico buscar amor en alguien quien ya lo ha encontrado, donde un amigo hasta hace poco lo buscaba y falló en el intento, donde es mas que obvio que no hay cabida para el tipo serio con mirada de fugado del CIMAS. Trágico y hermoso; creo que es lo que más me gusta de la situación. Es la secuela de un thriller psicológico y yo soy el protagonista tan odiado y temido.

Al poco rato Carlos recibió visitas de un amigo, el cual simplemente no puede ser odiado. Invitó un par de cervezas y después una pipa algo extraña, con lo cual se entabló un ambiente ameno y estúpido. Así es como he escapado de la monotonía al menos por hoy, dando tumbos.

7 de Diciembre.

Pocos detalles pueden molestarme tanto de la cotidianidad como el hecho de no dormir plácidamente. Me levanté el domingo a la media noche con la vaga idea de invitar a una amiga de Alfredo a salir de nuevo, con la absurda ilusión de que estando él de viaje, no tuviera remordimiento de intimar conmigo; claro, como si la amistad de ellos fuera realmente el problema. Ninguna buena idea fue concebida después de la media noche.

Esas premoniciones nocturnas que llegan cuando uno concibe el sueño parecen estar destinadas al desahucio. Puede ser parte del mismo delirio somnoliento de los sueños, donde todo es aparentemente posible y en el caso que no, simplemente te sale un par de alas de la espalda y buscas otro cuadro donde comenzar de nuevo. Como quisiera comenzar de nuevo, aunque de un rato a este punto, que no me salen alas o el mas mínimo instinto de supervivencia ante la adversidad nocturna. Siendo sincero, tampoco ha habido nada de lo cual huir, o mantenerse. Cada vez, la cama me tiene un sabor mas humanista y cotidiano, en lugar de osadas aventuras y libertinajes ambiciosos que siempre mantenían una tensión romántica latente, digna de alguna telenovela con un antagonista psicópata. Ahora, solo hay recuerdos, hubieras, instinto, mas al estilo de una película pornográfica de bajo presupuesto, donde los actores son feos pero sigues viéndolo tan solo por morbo de sentirse aquel actor común, pero afortunado. Quizás hace falta un poco más de ciencia ficción en mis días y menos dramas de películas independientes.

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