Amor, destello colorido;
mi corazón en bandeja de plata
a ti daré con regocijo.
Muerto, caído en el pasillo;
veneno, sufre y muere lento,
con miedo de seguir vivo.
Fervor y luego delirio,
solo desfallecer en el momento
ante el encanto del cariño
de una danza sobre el hielo.
Tiempo aun indefinido,
a la paciencia de los ecos
de mi llanto pulcro y redimido,
por rogar tener el invierno
y sus manos en el corazón dormido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario