sábado, 30 de junio de 2012

Monologo del vampiro


De repente me viene a la memoria algunas palabras, ciertas acusaciones que mas que doler, me provocaban dar un vuelo a la idea y pensar que tan inmerso estaba o quería estar en esa etiqueta. Y el simple hecho de plasmar mi pensamiento con dicha ofensa me incitaba a querer dar lo mejor de mí en ese papel. A pesar de ello, una palabra simplemente no me basto para conocer el papel a desarrollar, así que decidí darle mi propio giro y cariño al personaje. La palabra era "monstruo".

Entré en un razonamiento veraz sobre el porque llamarme así, como es que llegue a ser tachado de semejante alimaña al principio, y después de las implicaciones y extensiones que un vocablo así desencadena. Desde ahí, comprendí que yo era un monstruo, pero no todas las ideas y figuras en las que se puede presentar, solo uno en particular podía llenar la mayor parte de mi inhumanidad. "Si soy un monstruo, entonces soy un vampiro" pensé. Para metáforas del nosferatu me sobran las ideas de como entra en mi persona.


Ese entrañable personaje sacado de las paginas tenebrosas de Bram Stoker, y de la locura de un tal Vlad, expuesto como demonio en el pasado, el mito que mató a cientos de inocentes inmersos en sus mundos de tristeza y tinieblas. El hijo de la noche, tomado entre sus frías manos, alimentándolo de la ingenuidad y descuido de un pueblo que para el no es mas que el pan de cada día. Pan relleno de frutos rojos evidentemente.

¿Pero como es que termino siendo el chupa sangre mas temido? ¿Cómo gano un título de ese nivel?
Dejando a un lado la palidez de mi rostro y la expresión fría del mismo, puedo decir que el vampiro es entre los monstruos el mas sofisticado y sabio (o en su caso loco) ser que puede haber. Y es que, una eternidad es el tiempo suficiente como para pensar en la soledad infinita que te dan los años.

Empecemos con el lado arrogante de nuestro personaje. El vampiro entre los monstruos y los humanos se considera tan superior que ni entre los de su mismo tipo existe algún sentimiento de igualdad. Con tantas ideas infundadas a través de los siglos cree haber encontrado las respuestas al mundo y ese poder lo lleva a subestimar a los demás seres que no hacen mas que respirar para cumplir sus meros instintos y necesidades. Así, como el vampiro, el tiempo que dedico a mis pensamientos es tal que rara vez puedo sentir igualdad con aquellos con pensamientos banales y un léxico que no amerita mi mas mínima atención. Arrogante, indiscutible.

Ahora, si vemos al vampiro como un ser de dos caras, el lado  pasivo y caballeroso, y por el otro la vil criatura desalmada que no pensará dos veces el terminar con la vida de alguien, me hace pensar que a pesar de mi actitud inhibida ante las masas, también tengo esos momentos de demencia y sangre fría en el que cortar cabezas suena algo tan simple que no valdría la pena pensarlo dos veces. Soy un ser mas que abominable cuando me ciego con la penumbra de mi alma.


En cuanto a sangre se refiere, se necesita ser muy selecto sobre la proveniencia. La verdad es que la sangre de los animales es como beber vinagre, simplemente desagradable. La sangre humana suele ser el único plato capaz de digerir, aunque, si proviene de una linda dama, puede ser tan bueno como el mejor de los vinos. De referirme al pensamiento lujurioso de los vampiros, uno se sorprendería el saber que solo busca la inocencia de una mujer. Mientras más sana sea su vida más esplendido el sabor del vino de las venas. Así bien, a veces la nostalgia de los simples instintos humanos nos hacen buscar los encantos llamativos y lujuriosos de las mujeres, pero es al final un alma pura el mejor deleite.

A veces por el demonio que llevo dentro, no deseo más que saciar mi sed por su exquisita tráquea, y no dejarle el goce ni la energía para un suspiro mas. Sin embargo, llega un momento de cordura en el que te percatas que la eternidad es muy solitaria sin alguien como tu, y surge el deseo de la compañía, de descubrimiento de nuevos horizontes. No entiendo si es el hambre de conocimiento, o el hecho de que a pesar de ser un monstruo, aun posees la necesidad humana de tener a alguien.

Es así, como por fin logro encontrar algo con lo que identificarme. Que lástima sea un monstruo. Lastima por el pueblo tonto e ignorante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario