...De repente, y no muy sorprendido al respecto, la luz me abandonó también. Me encontraba perdido en mi propio hogar y solo me acobijaba el frío de la distancia y el sudor de la desesperación. Había sido un día memorable, como la caída de Hitler o el 9/11, de esos que dejan un trago amargo a un poco de gente y con plena ignorancia al resto. Este día no tuvo muertos que conociese, pero hoy morí.
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