La locura invade lentamente mis sentidos,
y temo estoy llegando a un gris final,
donde los colores contradicen el ambiente
y donde las voces no se entienden nunca mas.
En esta realidad ya no soy quien quiero ser,
sino lo que se me permite aparentar,
y es que en esta esquizofrenia
es difícil reconocer lo que es real.
Aún tengo la suficiente paz para escribir,
pero no la suficiente cordura para rimar;
mis dedos son solo la herramienta
en las manos de un inútil de hospital.
Mi dolor ya no se de donde viene,
de cabeza o alguna extremidad,
quizás ni siquiera me duele algo
mas que el perder a los demás.
Ahora estoy solo y desahuciado,
pudriéndome tras 4 paredes de igualdad,
donde todos son tratados como niños,
pero sin poder aprender que es lo real.
Admito que no hay nada verdadero,
admito que jamas supe que es amar;
pero que duro es no saber quien soy,
y no ver mas los pajaros volar...
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