Yo que he visto los árboles tintineando,
y la luz que se filtra bajo el tallo de una ceiba,
soy consciente de lo bello y las trivialidades
que dan sentido a este mundo de sorpresas.
Y pienso cada quien podría verlo
si parara un segundo el pensamiento y el advenimiento errante que nos pierde,
al corazón que viendo riesgos, cree hallar experiencias,
cuando busca tan solo el abrazo gélido y lejano de una amiga ajena.
Hoy que hallo el silencio entre paredes blancas,
puedo saber que la calma y la paz no son siempre amigas,
que la primera ama estar quieta y la segunda repleta
de alegrías grabadas para toda la vida.
Un abrazo, una sonrisa, un momento eterno,
y después, que más da si volvemos a la idiocia de esta vida,
Ser feliz es algo que llega de camino a la cima
mientras la cima es un efímero momento.
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