Al paso de
cinco millones de años desde el nacimiento de la raza humana, el voyager 5,
salía por fin del espacio interestelar para posicionarse en lo que sería la
frontera universal, la cual se había calculado en la Ley de la Expansión
Universal hacía más de tres millones de años. Desde entonces, tan solo un
Sistema de Inteligencia Artificial conocida como Red Fox, seguía monitoreando
el viaje tempestuoso de la sonda hasta el abismo mismo. Red Fox, o Foxy como se
le había puesto por el equipo de investigación, se había mantenido activa
durante los últimos ochenta mil años, operando de manera autónoma y mandando
reportes mensuales sobre el status del Voyager 5, a veces redireccionando el
curso del satélite o realizando cálculos para escapar del campo de gravedad de
diversas estrellas. Eran sistemas gemelos, sincronizados con un solo propósito,
aunque dicho propósito fuera irrelevante a estas alturas. Los tiempos del
hombre habían cambiado tan drásticamente, que difícilmente podían seguir
llamándose de la misma forma.
La
humanidad aprendió a hallar respuesta a todas las cosas, desde sus orígenes
hasta la forma de alcanzar la tan aclamada inmortalidad que buscaron por
generaciones. Conectaron sus cuerpos a máquinas, donde sus mentes eran
absorbidas en simulaciones, y podían alcanzar sus sueños y deseos más absurdos
sin causar dolor alguno a otros, una vida plena que duraba tanto como eones o
hasta que el deseo de morir finalmente llegase.
Eventualmente,
el pensamiento de omnipotencia y omnisciencia dio por descartada la existencia
de un Dios, pues todas sus leyes fueron comprobadas, sabiéndose también
superiores entre las entidades del universo. Fue también esa sensación de
autorrealización humana y el desprendimiento de la espiritualidad, lo que hizo
que poco a poco se fueran apagando las consciencias almacenadas en simulaciones
y los hombres hallasen escape en la muerte autoinducida. De aquella gloriosa
humanidad, quedaban apenas un centenar vagando entre los servidores de su
utopía. La ultima vez que alguien había revisado los informes de Foxy, hacía
cien años, pero eso era irrelevante para su vital tarea, que era guiar a su
hermano hasta el final del universo. El Voyager V funcionaba con un pequeño
colisionador de partículas que bien podía generarle energía por millones de
años, pero si los cálculos eran correctos, al final del universo las partículas
se detendrían y entraría en energía de emergencia, consistiendo en un conducto
de decenas de kilómetros de largo que se desplegase por las fronteras alargando
los últimos momentos del satélite y permitiéndole mandar apenas unas cuantas
fotos como prueba del cumplimiento de su misión.
Las fotos
llegaron apenas unos minutos después de que el Voyager 5 se apagara
permanentemente ante la falta de condiciones para su funcionamiento, y Foxy
analizó la información, mandando lo que sería su último informe.
15 de Octubre de 542-ASE.
Se confirma la llegada del satélite Voyager al límite calculado del universo, entrando a un área carente de toda partícula o signo de energía aparente, provocando así su rápido deterioro e implosión. Durante este proceso de apenas 223 décimas de segundo, ha podido capturar doce fotografías del universo visto desde fuera. Las fotografías, tomadas a 547 millones de kilómetros del borde universal, muestran lo que parece ser una huella dactilar compuesta por los límites del universo. Se recomienda la anulación de la Ley de Origen Universal vigente, y la corroboración de las teorías teológicas pasadas.
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Tiempo de Batería Estimado de Siete Días.
Atentamente Foxy.
Documento generado automáticamente por sistema Red Fox.
Y así los siete días pasaron, y el universo nació
de nuevo.
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