domingo, 16 de febrero de 2014

Lagrimas calientes.


Me parece que mis días han cambiado
y el sabor es cada vez menos fuerte,
también son menores las raciones
que me brinda la vida de esconderme.

Jamas he sentido más la realidad
de lo que me han tenido permitido;
son tan pocas las emociones
a las que tengo derecho componerles.

Me siento cómodo enjaulado,
mas no por eso yo soy libre;
hay tan pocas variaciones
entre la desidia y  pronta muerte.


Mi tiempo ya no es de calidad,
ni tampoco un numero positivo;
es el barco de pensiones
el que al fin me ve carente.

Y de mi carencia se ha aprovechado,
y se ha puesto a bañar mi mente;
de vez que tengo dicciones
pero lo ignoro en voz sonriente.

Ahora disfruto mi sanidad
y de la vida que me ha querido;
aunque aun siento nociones
de llorar lagrimas calientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario