miércoles, 5 de febrero de 2014

Fruto no tan prohibido.

De un sueño he sacado un árbol,
y pronto en bosque se ha convertido.
Ahí crecieron los frutos mas  raros
que pude yo querer conocido.

No existía un árbol tan alto
para alejarse de la escalera mas larga;
no había fruto refinado
para el hombre mas pobre vivido.

Yo estaba a la sombra de un manzano,
aunque no me gustan nada las manzanas;
pretendía esperar hubiese madurado,
y a mis pies cayera sin conflicto.

De pronto, me vi completamente rodeado
de gente anhelando mi misma rama,
y dispuestos estaban a  robarlo
eso que yo esperaba desmedido.

Y poco a poco fui pensando
que aun si perdiera esa manzana,
si una escalera tuviera en mis manos
me daría sin fin de frutos finos.


¿Porqué sigo esperando?


No hay comentarios:

Publicar un comentario