Busca la sinergia,
cordura y frenesí,
el anhelo de la cruz,
cuando aun siendo feliz,
lo dejarías por la luz
y la luz por la tristeza.
Toma la sanidad,
el brillo del Abril;
cuando en aquel alud,
soltaste su martír,
desgastando su voz
sus ojos y cabeza.
Ahora es cuando sentís
el escarnio y quietud,
cuando la pálida huye
del compromiso en queda;
no hay ninguna cuenta
que saldar en el edén.
Te fallé con violencia.
Fue mas fácil estar solo.
Mira como perdí
patrañería sin ti,
los tonos del azul,
ovejas del redil;
me auto infligí el dolor,
por recobrar mis proezas.
Recordé el vivir,
me acorde de ti;
cuando de aquel salud
gozaba mi viril,
y entra tanto calor,
el frío ahora me cela.
Quiero mostrarte el gris,
mi silencio y quietud,
el sabor que sucumbe
entre estrés y merma;
no hay ninguna cuenta
que saldar en el edén.
Te fallé con violencia.
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