viernes, 21 de diciembre de 2012

Labios con arena.


 Levantate temprano en la mañana,
deja que la pereza escurra en el baño;
arropate del frío de afuera,
que hoy suena a día de hazañas.

Toma el camino a la parada,
y agarra el primer taxi del rebaño,
que tu alma el sueño empeña,
a cambio de bellas miradas.

Espera a que des llegada
y ella te encuentre esperando;
ahí es donde siempre empiezan
la lucha de bellas miradas.

Ella se muestra animada,
eufórica de haberla visitado,
y con un café complementan
un pan a "la hormigada".

Terminando a la caminata,
y hacer un viaje algo insensato;
pasa la larga vereda,
hasta donde el mar estalla.

 Y son atacados por las ráfagas,
de arena sus labios se han llenado;
y a lo lejos una vieja
envidia su preciosa calma.

Porque a pesar de las marañas,
el caos y el viento templado,
poca atención le prestan
por su batalla de miradas.

Y el mundo un final amenaza,
pero ellos no parecen recordarlo;
labios salados el besa,
ella le dice que lo ama.

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