lunes, 17 de diciembre de 2012

Cambiar el mundo.



 Cambiar el mundo suena tentador, pero en este mundo nada cambia, nada se desarrolla, aunque paresca hacerlo. Y no es producto de un pensamiento negativo mi opinión, sino mas bien de un razonamiento mas filosófico; y es que, en el mundo nada ni nadie cambia, solo nacen cosas nuevas, vida, tendencias, sociedades, sentimientos. Por eso es cierto que la gente nunca cambia, pero es posible que en ellos nazca algo bello sin importar el pasado.

Cambiar el mundo suena tentador, pero es mejor crear uno nuevo, que nazca de las buenas voluntades y deseos de afecto que tanto se han olvidado; que los corazones latan no al mismo ritmo, pero si al mismo son de una bella melodía, que traiga consigo la unión de las festividades y la voluntad de laborar, la unión de los padres estrictos y los hijos rebeldes, del sueño inquieto y de la realidad estática, del pensamiento veraz y la ignorancia medida, del alma y el amor que tanto se han extrañado ultimamente.

Quizás sea demasiado ambicioso pedir un cambio para este mundo de perdidos y desencontrados, por eso mejor propongo uno nuevo; un mundo para los dos , en el que no haya de que preocuparse del tiempo mas que el tiempo que avecine una tormenta, y donde ningún sueño sea imposible, pero incontables por cada día que duerma al lado tuyo.


Cambiar el mundo suena irreal, así que mejor hagamos uno nuevo, donde el viento siempre sople a favor, y que aun en el infierno, los labios se humedezcan de pasion y regocijo.

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