domingo, 4 de marzo de 2012

Anhelo de silencio


He escuchado canciones melancólicas,
los quejidos de los niños,
los gemidos de los muertos.

El comienzo de un requinto,
el final inesperado,
la confesión de algunas damas
en el recinto de los viejos.

El sudor sobre la carne,
el clímax de un encuentro;
a los perros del entorno
llorando el alimento.

El reventar de los globos,
el miedo de una estrella;
las ansias de un órgano
a la pérdida de sus deseos.


Al llanto falso y uno cierto;
al reloj remarcando los segundos,
quejidos con valor de conveniencia,
a la piedra afilada con esfuerzo.

Pero nunca al viento soplar a favor,
ni el aleteo de algunos cerdos;
el grito por el golpe a lo real,
el deseo más allá de los preceptos.

Tampoco el día que decida lo que haré,
o la navaja que termine con aquél;
espero una respuesta aun leal
a una imagen incoherente de adentro.


Espero que termine el sueño.

2 comentarios:

  1. wow! hey me gustó muchísimo! lo sentí muy ameno y muy real... me gusta, mi amor! Sólo que esto me perturba bastante "Tampoco el día que decida lo que haré,
    o la navaja que termine con aquél"

    ResponderEliminar