No se puede aplazar la hora señalada...
Puede ser uno de estos días tu ultima batalla
y al sentir el redoble de campanas,
no cerraras los delitos de tu memoria.
El laberinto del sueño en la mañana
y los demonios de las noches que encarnan;
todo fluye con el tiempo y en tu historia.
Y se estrenan gente nueva en las salas;
en una escena te decides empapada
y al acto sudas y emocionas.
Estas a punto de decir adiós,
horas muertas pequeña balsa,
se que dirás adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario