Un final sincero.

Quizás un suspiro logre llenar los vacíos,

o tan solo los cubra con tristes cimientos;

quizás nací para ser el mar,

o tan solo morí al mirar tu cielo.

Dejemos a  un lado los vestidos,

o esos tus ojos enrojecidos,

parece fueras alguien mas

con una herida a no sanar.

Mientras buscas lo cierto,

encuentras solo miedo;

veinte caminos te gustaran

otros veinte decaerán.

No importa religión o veneno,

cual elijas sera bueno;

no me hagas suplicar,

que hoy el cielo menguara.

Desliz trágico

Estaba cayendo en el hielo,

caí en mi espalda; 

y las cosas se derretían a mi alrededor.

 Sentía la nieve entre mis manos.

Veía como las fresas volvían a aparecer.

 caí en mis rodillas,

 y con mis manos sentí la nieve y el vapor,

 y al fin asomó el tiempo del verano.

 Estaba cayendo de un barranco.

 Cayeron mis guantes;

 y aleje mis manos de la caída de la nieve,

 y al voltear ahí tenia  yo mis años.

Buenas noches

Esta es mi visión y perspectiva

de todo lo que pude hacer,

tu eres el pasado y en general,

te iras de mi tras el telón.

Es todo lo que puedo ofrecer querida,

es cura a cierta edad y deber;

sueña bien, maldice a los demás,

pero esta noche dormirás.

Tu eres la  versión de mi cognitiva,

eso es todo lo que puedes hacer;

el pasado leve pero aun mas,

todo me lleva a ti al final.

puedes pensar lo que quieras dormida

y tratar de dejar todo de revés,

pero me cuida la distancia y la paz,

de que esta noche dormirás.

no queda nada mas de que poder hablar,

ni mucho menos nada por hacer;

nada dura, ni siquiera la paz,

nada que hacer mas que soñar...

Encantador.

No he llegado a casa aun,

pero no tengo nada que esperar;

esta inconformidad de no pertenecer,

se que no sobreviviré en este lugar.

Y veo  la noche que aquí esta,

pero no tengo nada porque esperar;

solo soy un chico de ciudad

que nunca conoció su lugar.

Cuarenta y cinco pisos faltan,

pero aun no puedo descansar;

este monstruo creado para importar,

regresa el anillo que no vivirás mas.

Este hombre encantador que va,

que jamas conoció su lugar,

solo es un hombre de ciudad

que no durara la navidad.

Malos entendidos

Si en misterio te deja el agua,

sabes que intento correr sin esconderme;

aquel que buscas hoy

no lo encontraras aquí.

Algunas nubes me susurran,

me dicen que es hora de moverme;

aquel que encuentres hoy

no sera el mismo desde allí.

Camino en la calle tanto sabia

y reflejo en el río cual juguete;

aquel que corre hoy

es derrame del anís.

Aires de cambio

No se puede aplazar la hora señalada...

Puede ser uno de estos días tu ultima batalla

y al sentir el redoble de campanas,

no cerraras los delitos de tu memoria.

El laberinto del sueño en la mañana

y los demonios de las noches que encarnan;

todo fluye con el tiempo y en tu historia.

Y se estrenan gente nueva en las salas;

en una escena te decides empapada

y al acto sudas y emocionas.

Estas a punto de decir adiós,

horas muertas pequeña balsa,

se que dirás adiós.