Tercer acto

Mas alla de mi cabeza
y de todo lo que he oído,
aros de canutos son creados
y sonrien las raptadas doncellas.

El agua rompe paradigmas,
sobre lobos truena un cielo dormido;
es mejor seguir soñando
y no perder de vista aquellos vicios.

Miedos convertidos en mascotas,
este es solo un principio...
aquí la gente se alborota
por el hombre del rostro escondido.

Trata de escuchar más que las hojas
y recuerda el nombre de un amigo;
acompaña tus cenizas en el polvo,
es hora de volver a tus latidos.