Que súbitos los anhelos
son de mi alma y sus pedazos
y que en cada gusto dado,
deja polvo entre mis dedos
Que incordiar del sentimiento,
y cuan cerca a su milagro;
si siento falto en recato,
mi querer halla concreto.
Que vivaz son los tormentos
que eruditos sus plagiarios,
Cuando escriben mi calvario.
Que fugaces los momentos
Cuan furtivos a mis manos
Sabe el cielo si fui amado.