domingo, 11 de diciembre de 2016

Ensayo 34

2 de Diciembre

He visto a David, un amigo de la infancia. El tiempo no ha pasado por el, y sus conversaciones siguen siendo muy similares, siempre hablando de mujeres diferentes, sin tener una en especial, conversaciones del pasado que ahora me incluye a mí, de política, de otras estupideces. La única diferencia es el alcohol y el cigarro, que lo posee cada fin de semana como la mejor de las recompensas. Hoy ha habido una pequeña reunión en su casa con buenos borrachos, y quizás por reto o soledad me ha forzado a acompañarle con cada trago que el tomaba. El ha vomitado, yo no. Vuelta a la realidad.

3 de Diciembre

Hoy fue el día de visitar a mi padre. No hay mucho que agregar, la desgracia le persigue pero no ha llegado a sus límites, aun hay esperanza. Toqué su guitarra un rato, el también tocó aquellas canciones bohemias pero desafinadas que ya suenan tanto a suyas. La semana ha pasado volando y yo sin nada que decir, estoy pensando en intentar algo.

4 de Diciembre

Hoy le di la copia a Miriana. Sólo queda esperar...

6 de Diciembre

La primera mujer es un espíritu libre, una belleza salvaje, una voz desquiciante, una doble moral. No la entiendo. Su risa es como en las hienas, su pasado un mimo de los padres irresponsables, su piel un dorado precioso, y mientras que sus ojos de miel me invitan a seducirles, su lengua viperina me advierte un futuro inaceptable. Le he dicho de salir nuevamente, pero no creo que pase.

7 de Diciembre

La segunda mujer es una puritana, una virgen entre las vírgenes, una aguja en un pajar, o quizás una paja entre tantas agujas que me han picado. No conoce el deseo, ni la ambición, no conoce nada que no quiera conocer, de lo que le han enseñado a querer, una chica en una burbuja. Sus ojos son saltones y ojerosos, su voz algo ronca, su cuerpo una caja que dice "frágil". Es decepcionante saber que hay gente tan simple cuando hay tantas cosas por las cuales tener complicaciones.

8 de Diciembre

La tercera mujer es un punto intermedio. Busca libertad aunque no sabe como conseguirla. Se siente bien con sus amigos, aunque ha soñado con encontrar el amor, no entiende de sueños, si estos cambian cada día. Hablamos de amigos en común, de situaciones similares, y su sonrisa se torna confiada, amistosa, imposible de malentender. La despedida llega rápida y como un alivio, sabiendo de antemano que no la volveré a ver.

9 de Diciembre

Nuevamente salgo con David, otra vez hay alcohol en su mesa, cigarros en la mano, tonos nostálgicos, y en eso su voz se empieza a cortar, mientras habla de una mujer que lo dejó marcado, con la que sueña y no ha podido despertar. Quizás es la madurez o el amor. 

Quisiera que una de las dos me llegase.