viernes, 31 de marzo de 2017

Reflejo

Me dormí después de que los pajaros cantaron, a punta de un trago solitario pues no había nadie con quien hablar mis penas. Después de acabarme el cigarrillo al son del himno,  caminé buscando la cama a tientas, y me encontré con un alma en pena, que resulté ser yo mismo. El reflejo sacó a relucir mis verdades, mi perfil obsesivo, mi poesía reinventada, mi goce, mis cariños inhóspitos y mis rencores innombrables, y ahí, en frente de todo, veía la huella de tu paso sobre mi ceño, tu labial en mis mejillas, la sed que avivaste en mi lengua y jamás saciaste de lleno. Yo que creí haberte olvidado, me topé con un fantasma, y como cualquiera que se topa con uno, palidecí y me sentí timado, volteando casi de inmediato al pecho, buscando tu rastro, tu hogar, pero busqué en vano. Sí que te habías ido. El espejo sacó mis verdades, y la verdad es que no te olvido, pero ya no te amo, no como antes.

jueves, 30 de marzo de 2017

Tres de la mañana

Tengo un problema con el tiempo, con ciertos horarios que al verlos en algún reloj me producen emociones encontradas, como que las seis con dieciséis me parece un número diabólico o que las cinco pasadas de las cinco hace que todo me sepa tan simple como agua. Las cuatro con veinte me hace oler algo fuerte pero relajante, algo que deja la boca seca, y el medio día, va siendo cuando el Sol entra a mi cama a despojarme de mi sueño. 

Sin embargo, la peor de todas ellas, son simplemente pasadas las tres de la mañana, cuando mi mente cansada asiente a todo lo que se le dice y me lleva a realizar hazañas turbulentas, pensamientos irracionales y futuros arrepentimientos. A las tres de la mañana me embriagué por primera vez, tomé café antes de mi examen final, pensé en buscar el amor afuera de una escuela, salí a caminar por calles desiertas y terminé de contar ovejas para no llorar. A las tres fue que te esperé en esa sala, sentado solo con el frío más desolador de mi vida, y también, otro día a esa hora, concebí quererte a expensas del que podría pasar, y mira que ya ha pasado tanto. Pero heme hoy aquí, escribiendo, fumándote, recordándote a las tres de la mañana, porque siento poder excusarme de no recordarte mañana, y con un poco de suerte, puede que te sueñe, que te bese, que te ame y puede que me olvide de ti.

Por favor esfumate de mí, aunque luego me arrepiente.


lunes, 27 de marzo de 2017

Mirar atrás

A estas alturas, mirar atrás es avergonzarse, pero no me mal entiendan, no me arrepiento de nada. Es cierto que cometí muchos errores, algunos se solucionaron con el tiempo y otros, se guardaron ese privilegio para sí mismos y me dejaron el rencor como consuelo. Esos son los que más recuerdo, los que vale atesorar cada vez que doy otro paso, cuando me levanto en las mañanas o cuando quiero estar triste. Esos que reviví cuando se repetía la historia, de vez para bien, pero más a peor. Entonces se hacen más fracasos y más experiencias con sabiduría de por medio, con ganas de no volver a repetir. A veces, las mejores perspectivas vienen desde el agujero, pues sólo cuando el Sol no está, es que se extraña la luz del día.

sábado, 25 de marzo de 2017

Contar conmigo

Yo que te tengo una vez por semana, que escucho tu silencio, que te leo entre líneas, que noto tus ojos cansados. Soy quien te deja el corazón a flor de piel cada vez que escribe de lo bella que es la vida, quien prefiere mostrar una sonrisa antes de sonar como un payaso, quien te arropa cuando vienes a dormir y te ofrece un beso en la frente, esperando algun día pidas más. Soy el que espera el milagro, el que sueña contigo cada vez que el frío cala, y vaya que tengo frío cuando no estas conmigo. 

He de decirte que no siempre supe amarte, pero no por eso dejé de intentarlo, caí en pasadizos, en trampas, en días que parecían no terminar  y en noches donde creí me abandonaba el propio destino. Por fín es que entendí, que para amar no se necesitan besos, compartir una cama, tener un título o jugar a las manitas sudadas, sino más bien entregar el alma. Que sueño tan maravilloso es que fuera mutuo, no recíproco pues cada quien ama a su propio paso y no busco apresurarte ni empezar una carrera contigo, sino todo lo contrario, busco un paso lento para disfrutar el paisaje, el camino, la libertad de ser feliz contigo. Ten certeza que hoy por hoy, puedes contar conmigo.

Desastre perfecto

Hoy que el día me deja tan buen sabor de boca, tengo miedo del siguiente paso, del siguiente destino en mi tren de vagones vacíos, y es que esta mañana me levanté buscándote, y hallándote ahí en mi sofá recostada, supe que estaba finalmente seguro de mis desgracias, de esas con cuerpo de mujer, con sabor a ti y a palabras amontonadas en mi boca. Por hoy, estoy convencido de que eres el desastre faltante en mi vida, tan sutil, tan negligente de tu mano agitando mis arroyos y de repente salpicando a la hierba, creando vida, cuidándola. Quiero pedirte un favor pequeño desastre, y es que me sigas matando lentamente, pues yo sin eso no soy mucho, sino un remedo de lo cotidiano. A cambio, prometo seguir mirándote de lejos, queriéndote de cerca, jugando a la distancia perfecta entre el amor y lo platónico y no sé, quizás un día nos cansemos de jugar y lleguemos a una nueva estación.

Gracias

Me estoy cansando de esperarte amor mio, y eso me tiene al borde del desquicio. No he perdido la cordura como para sostenerte de las manos y robar la esencia de tu cuerpo indefenso que yace en la cama, pero si que me pierdo viendo tu silueta, cada vez más mesmerizante, pecaminosa para mis ojos que no hacen más que pecar al  verte, encontrando piel que desborde mi mente como la paja en la alpaca del establo de mi líbido, y la paja desborda pero se queda en mi mirada, que aun desenfocada te percibe como un bello tesoro, y a veces también, como mi mayor perdición.  Ahora que duermes, me doy el lujo de escribirte, y evitar así que mis palabras te ofendan, porque aun buscando encantarte, sé que no es a mí a quien buscas y no estoy tampoco para encontrarte. Que terrible es tenerte cerca y sentirte tan lejos, pero peor sería tenerte fuera de mi vida, porque a ti pertenecen mis piropos, mi poesía, mis noches, mis inspiraciones, mis aspiraciones, mi ser. Entonces, amor mío, te pido disculpas por mi mirada ansiosa, y te doy un gracias al viento, al papel, por la compañia condicionada y los pequeños momentos de esperanza, que si bien falsos, no los cambiaría por nada.

viernes, 24 de marzo de 2017

La muerte del individuo

El mundo no lo mata a uno. Se habla mucho de la ignorancia y también desde ella, se habla de cultura, de predisposiciones y de otros argumentos que asemejan al destino. Pero al caso del viento, invisible, intocable, así es lo que lo mata a uno. Dejémonos de globalización, de dictaduras, de la educación en casa que con los años es verdad que termina rezagada, dejémonos de buscar culpables que la culpa la tiene uno mismo. La muerte viene cuando uno quiere, cuando se empieza a sentir alegria, afecto o cualquier derivado de la necesidad de no estar solo, porque cuando se quiere, se empieza a vivir por algo, por alguien, y se olvida de uno mismo, a veces fugaz, y otras enterrando el puñal de poquito. Cuando uno hace suyo el arte ajeno, se lleva el propio al precipicio, al ático que no se procura revisar,  y ahí acaban también los principios, los sueños bizarros, la propia estima, y por último el individuo, dejando a la vista una carcasa atiborrada de ideas que alguien más hubo pensado.

Aun sigues en mí

Aun sigues en mí, lo noto en mi piel de un costado marcada por la cama, en el pie que pongo en el suelo de mañana, en las sabanas desordenadas que esperan les acomodes como antes. Estás durante el desayuno, disfrazada de un cigarrillo que besa mi boca de calor y humo, en la comida casera que siempre queda sobrando para el siguiente día, y entre ratos, cuando escribo de errores, de miedos o de destino.

Abandonaste mi sangre, pero no mi casa, que aun se desmorona cuando el alquiler no alcanza y  debo rogar a la casera que sea negligente una última vez. La alfombra roja se fue contigo, pues me recordaba a tu caminar confortante. Ahora son las grietas en el concreto lo que me atormenta, recordándome que debías de irte, que debías ser feliz, pero no conmigo.

Que amargo es el adiós, pero más aun es vivir con él,  siempre implícito y de nuevo nada a la nada y todo conmigo. No es que muera aun por tu pálpito o tus destrezas, que bien eran muchas, muero por ti, por la sombra de ti en mis palabras, en mi mente que cuando se enciende, se cohibe y apaga. Esa sensación de no ser suficiente, de ser menos, de querer más, eso es lo que me queda de ti.

miércoles, 22 de marzo de 2017

Dedícame un sólo día

Dedícame un sólo día,

déjame demostrar que sirvo de algo,

que no soy sólo un extraño,

sino también creador de vida,

vida de poemas a tu nombre,

de sonrisas encontradas en el diario

y de bellos y absurdos milagros.


Quiero ser tu almohada, tu abrigo,

el único proveedor de besos y caricias,

porque aun llegando la noche,

estaría seguro de que fuiste mía.


Necesito de tu voz tanto como de tu risa,

del susurro de tu alma sobre el pecho,

ser el lugar seguro para cada desastre

que arrastraste en tu paso vagabundo.


Este mundo tan grande y abarrotado

puede que me haga el favor en vida

de hacer llegar mis versos a tus manos

y de que te enamores, puede que de mí,

puede que de letras, por un día.

domingo, 19 de marzo de 2017

Idealista de relaciones

Cuando empiezo a hablar de relaciones, mis amigos terminan por culparme de mi soledad. Dicen que soy un idealista, buscando siempre la perfección sin perder nada, sin dar algo a cambio. Es dificil contradecir la verdad, aun si es a medias. Siempre hay trasfondos.

Mi primera pareja me acompañó después de cumplir la mayoria de edad, mas no esperé por voluntad, tanto fracaso social debería ser un delito. Así entonces, recuerdo a la chica con la nariz rota cuando intenté protegerla, a la hippie que supo mis sentimientos después de tener pareja, y a la que jamás hablé hasta que mostré un anillo. Tenía tanto por dar, pero pocas palabras y un infortunio de sobra. 

La primera mujer que me quiso, lo hizo tanto como deseó, la segunda tanto como sabía y la tercera tanto como le permití. Hubo más mujeres, pero estas tres dejaron huella en mi líbido, me dieron lujuria, compatibilidad y calma, y nada de eso bastó. Huí cada vez que el hambre acechaba, siempre buscando saciarle con sabores de nube y sueños, de carne y caricias, que terminaron por dejarme en los huesos.

Dicen que soy un superficial porque me cautiva un bello rostro, mentiroso aquel que no tenga primera impresión. Idiotas quienes pelean cada semana y dicen ser almas gemelas. Ingenuos quienes dejan las conversaciones para la cama. 

Para mí, no hay quien perfecto, no hay mejores rasgos. Dejemos la ingenuidad y las idioteces, y tengamos un amor como debe, cautivador en cuerpo y alma, que inspire no sólo deseo, sino también ganas de vivir, de crecer como personas, de envejecer. Si eso me hace idealista, lo soy entonces. 

sábado, 18 de marzo de 2017

Helena

Se hacía ya tarde para la fiesta. Mi terapeuta tiene muchos malos hábitos, alcoholizarse, fumar, el juego, pero hay uno que particularmente no me molesta: llevar a sus pacientes a sus parrandas. Esta vez, sin embargo, se trataba de algo más formal que una discoteca, era el cumpleaños de la hija de un amigo suyo. Helena cumplía los 18 años en un lugar repleto de mayores. Su padre, el escritor Armando Mon Ceviche, realizaba reuniones de sus círculos sociales cada que la ocasión lo ameritara, y eso incluía los cumpleaños de sus hijas. Así entonces, se proyectaba un escenario impresionante de empresarios, figuras políticas y... mi terapeuta, que estaba atiborrándose de canapés y champán.

A decir verdad, era imposible no sentirse incómodo. Me sentía un intento de hombre frente a tanto éxito y más aun, que nadie era menor de treinta, con la excepción de Helena y sus hermanas, esas brujas con cigarrillos combinando a la perfección con sus vestidos rudimentarios y sus parejas completamente fuera de lugar que me causaban náuseas. Pero Helena era diferente. Puedo pensar que don Armando decidió proteger más a su pequeña hija, y lo había conseguido. Se notaba en su timidez, en su elegancia y belleza inmaculada, su vestido azul que no mostraba más de lo necesario, todo en ella inspiraba recato, pero a mi me inspiró deseo. 

Me acerqué lentamente a su lugar, esperando mi turno entre tanta figura célebre e hipócrita que llegaba a saludarle, hasta que por fin estuve en su rango de visión, saqué una libreta y pluma, y empecé a escribir de su belleza. Efectivamente, terminé por llamar su atención y en un parpadeo, se encontraba frente mío preguntando lo que hacía. Nos sentamos un momento y platicamos como hacía mucho no lo hacía. Helena parecía disfrutarlo tanto como yo, quizás por razones diferentes, pues era la única persona con la que realmente podía hablar en aquel lugar. Todo iba tan bien que el tiempo pasó volando, y don Armando terminó por llevársela para realizar el brindis principal. Después de eso me desperté.

Desde ese día, empecé a buscar un terapeuta problemático pero agradable, en busca de la Helena de mis sueños, que sigue apareciéndose durante cada parpadeo.


jueves, 16 de marzo de 2017

Mi amiga Laura

Mi amiga Laura frecuenta a un hombre terrible. Siempre llega como si fuera un amigo, pero cada vez que toma, y lo hace muy seguido, empieza a decirle dobles sentidos y demás obscenidades, a lo cual ella sólo se ríe, argumentando que no es algo de siempre. Sin embargo, desde un tiempo que lo hace en completa sobriedad y eso si no tiene excusa. A escondidas de Laura, hablé con él pero es difícil responderle al espejo.

domingo, 12 de marzo de 2017

Inercia

La deriva no se ha ido, sigue aquí. Está tatuada en mi piel pálida, en mis ojos cansados de dormir y en mis sueños que cada vez recurren más a la cotidianidad para contentarme.

Aparece en el humo de cada cigarrillo que veo en la calle o en la casa, donde sea que los cuerpos se dirijan a la deriva. Los caminos ya no llevan a Roma, pero si que se cruzan en este punto gris, donde puede que no volvamos a ver color.

Seis meses ya que hice algun cambio, seis meses de inercia y silencio, escuchando el tic tac del reloj, viendo el mismo punto en la pared donde hace tiempo dejé mi sangre marcada.

Ahora que mis dedos se quedan sin palabras, sé que no podré continuar de este modo. Tengo que caminar o morir, y quizás con suerte, las dos.

Amor

"Quiero creer en ti" susurró ella
"Eres una herramienta" dijo la lujuria
"Ojala fueras real" sollozó la tragedia
"NO LO PERMITIRÍA" gritó el destino
"Quisiera decirte que es real" le respondió

Una lagrima cae por su mejilla

"Por un momento, lo fui"

viernes, 10 de marzo de 2017

Escenario perfecto

Era el modelo de escenario perfecto. La noche se había encendido en el bosque, el frío era poderoso pero un aliado de las circunstancias, pues acercó a esas dos almas de a poco a la fogata, hasta que sus rostros quedaron iluminados por el fuego. Estaban solos, lo suficiente como para sentirse cómodos, acompañados del viento y de los sonidos ocasionales de la vida nocturna. No había espacio para el miedo, tampoco para razones, titubeos o tristeza, el alcohol los había corrido a todos e invitó a pasar al corazón.  

El empezó a abrirse, a decir lo que de antemano ya se sabía, el secreto a oídos, el sentimiento más sincero que se ocultaba siempre tras una sonrisa conformista. Pero entonces, ella empezó a decir lo que tampoco era un secreto, y de poco, las estrellas se ocultaron, el frío se volvió cruel, la fogata se extinguió, la cerveza se metabolizó y en ese momento ni siquiera el bosque fue suficientemente grande para ocultar la tristeza. Ella lloró, el se quebró y a pesar de ser el escenario perfecto decidieron "quizás en otro momento".

jueves, 9 de marzo de 2017

Dedicatoria

A ti que me olvidas en la ausencia,
que canjeas mi amor por baratijas,
y encierras los pesares con candado.
Aquella que fue mi cero culpa,
mi primer desliz, mi segundo eterno,
mi tercera persona, mi cuarto vacío.
A ti te dedico la canción perdida,
la que no quiero encontrar
llorando a un costado de mi cama.

Te ofrezco mi silencio huraño,
mi poesía desgastada y repetida
que algún día dijiste haber llorado.
Te regalo un ramo de no me olvides,
con el significado más amargo,
pero también más humilde entre las flores.
Tuyos son ahora mis descuidos con desdicha,
mis críticas acerbas
y mi indiferencia entre las damas.

Pues hoy desecho lo que no aceptaste,
mis sueños de familia y de cariño,
mis años de incoherente fidelidad.
Mis platillos de cena para dos,
la botella de vino que me terminé,
los regalos de momentos que no existieron.
Mis masajes cuando volvieras del trabajo,
mis cariños continuos,
labios que nunca dieron con los tuyos.

Hoy te dedico un adiós.

martes, 7 de marzo de 2017

La ventana.

Eran las tres de la mañana y aun no conciliaba el sueño. Algo me decía que sería de esas noches largas donde mi cabeza se llenaba de voces perturbadoras, susurrando palabras en idiomas que simplemente no logro distinguir. Ojalá hubiera sido sólo eso.

De repente empezaron los murmullos, no dentro de mí, sino fuera... en el patio. El perro del vecino empezó a ladrar pero después de que aquella voz le respondiese, los ladridos se tornaron en un lastimoso y desesperado quejido. A decir verdad, moría de miedo por que de un asomo pudiera condenarme eternamente y al mismo tiempo, me provocaba una intriga que entraba por debajo de mis uñas y reptaba por mi piel hasta mis hombros. Después de varios minutos escuchando aquellos sonidos guturales agudos y diabólicos, me paré de golpe frente a la ventana, pero mi seguridad se acabó apenas tomé la esquina de la cortina para levantarla. Poco a poco, la fui alzando hasta que mis ojos pudieron ver plenamente el jardín... vacío.

Di por hecho que había sido mi imaginación la que me hizo escuchar todo y volví a recostarme en la cama, limitándome a escuchar los autos de la avenida y la respiración... que no me pertenecía.

El resto de la noche, si bien no pude conciliar más el sueño, no me atreví a abrir los ojos. El exhalar profundo estaba en mi cama, encima mío, riendo, murmurando, tentándome a abrir los ojos, a mi final. Ahora cada noche que duermo sólo, existe un lúgubre momento donde la voz viene a atormentarme, a veces con respiros, otras con gritos, haciéndome lamentar el asomarme aquella vez por la ventana.

domingo, 5 de marzo de 2017

Descendiente del eclipse

Como una nube de hadas negras apareces plaga de la soledad, mordiendo la manzana de la discordia mientras te encaminas al siguiente destino, al siguiente corazón, a la futura alma en pena.

Descendiente de eclipse, te escondes entre los hombres llamando su atención, atontando sus sentidos, entumeciendo sus lenguas con la tuya viperina y tomas de ellos lo que dices es tuyo por derecho.

¡Oh! ¡Condena mía el conocerte!Que un instante te ha bastado para cautivarme y que estas líneas escribiese, una víctima más he sido del cascabel a tus espaldas.

Ensayo 37

1 de Marzo

Terminé la inscripción el día de hoy, quedándome con tres horas libres antes de que empezase el curso. El verdadero lugar en el que tenía que estar resultaba ser a un par de cuadras de casa de Miriana, así que no desaproveché la oportunidad para llamarle e invitarla a salir, pero no se encontraba en casa. A estas alturas, no sé si considerarlo una desgracia o un evento por demás previsto. Me quedé entonces en la banqueta de un parque, cerca de una parada de camiones, y haciendo uso de papel y pluma en mi mochila, destilé mi resignación.

3 de Marzo

Cada vez son más frecuentes las conversaciones nocturnas con Alfredo. Supongo que nos sienta bien a ambos sentirnos escuchados por alguien igual de jodido. Hoy vio a Silvia, llegó a la casa y el empezó a tocar el piano, exprimiendo las melodías más bohemias y nostálgicas de su cerebro para así crear el ambiente perfecto para pedirle por fin el desenlace de la duda entre sus sentimientos. El ambiente se creó, pero no así el planteamiento de la interrogante, dejándolo nuevamente con un sabor extraño en la boca. Por mi parte, estoy en un punto en el que deseo soltar a Miriana, seguir con mi vida. Volver a la cacería de amores fallidos tampoco es una gran opción, pero al menos promete un final más esperanzador en este punto. Quisiera que fuera fácil olvidarme de ella, encontrar alguien por quien si pueda luchar, pero puedo ser muy estúpido para oír a la razón. En este punto estoy desintoxicandome de ella, pero estoy lejos de estar limpio.

13 de Marzo

Ella no es perfecta, pero como nadie lo es, decidí amarle. Amé su fidelidad, su honestidad, su pasado plagado de traumas, su ir al grano, su sonrisa ante todo, su voluntad inquebrantable para alcanzar lo que propone. Amé sus rizos que rozaban su espalda, su expresión de encanto y de lascivia, su llanto sincero,  sus esbeltas y tersas piernas, sus delicadas y diminutas manos, su cuerpo común pero codiciable para cualquier hombre. Esos labios de apariencia suave aparecieron en más de un sueño y terminaron por volverse una pesadilla.

Seis meses han pasado desde su rechazo a mi amor. Así también hubo momentos de debilidad, soledad, oportunidades que por moral no decidí aprovechar, encontrándome nuevamente en el mismo punto, un 20 de Septiembre donde sufría, más no me permitía consuelo. Esta vez, necesito bajarle del podio, ponerla frente mío y poco a poco, dejarla atrás. Su fidelidad que enmascara una dependencia, sus mentiras más que ocasionales, su miedo a ver atrás, su falta de delicadeza, su habilidad para ocuparse y evadir lo que le causa conflicto, su sonrisa que esconde la más pura desgracia, debo dejarlo atrás. Ahora que su cabello cortó, es que percibo los vestigios de mi amor como algo imposible desde el comienzo, como los labios de mis sueños, los planes a futuro, la familia, el desenlace acabado en llanto, la canción que me impregnase de sus caricias.

Esta será mi voluntad, por lo menos hasta que la vuelva a ver y caiga en desgracia nuevamente.

18  de Marzo

Miriana viene como una tormenta mientras yo ando sin abrigo, desnudo del alma y tratando de no inmutarme ante la catastrofe que se viene encima de mi desgastado ser. El diluvió cayó en forma de mujer, de chirridos buscando atención, un amigo, un alivio del día a día y quizás, del compromiso.

Así fue que mostré una mascara desagradable pero funcional y hablé tanto como se hace el primer día de clases en una nueva escuela. Retrocedí en mi relacion a costa de protegerme del encanto y me encontré con el desastre de la tormenta, los escombros de su paso, y mirando a lo lejos su espalda alejándose de mí.

19 de Marzo

He ido a dejar un trabajo a una ciudad cercana. El viaje fue agotador, pero dejó varias sorpresas, un hermoso panorama, mujeres fuera del alcance de mis garras, amores desvergonzados, efectos del equinoccio. Puede ser bueno comocer más que el suelo donde piso, siempre y cuando quiera seguir caminando.

 25 de Marzo

Después de tanto tiempo, Miriana volvió a dormir bajo mi techo, como siempre lejos de mi cama. Toda la noche, saqué reproches indirectos de mi amor, del suyo, de lo nuestro que nunca ha existido, pero quisiera que no importase. El alcohol jamás es buen consejero, pero ayudó para que ella no recordase nada. A la mañana siguiente, desperté con la inquietud de su partida, así que corrí hacia la sala, encontrandola como arte a mis ojos, apreciable, impecable, intangible. Después de un rato platicando, me llevó hasta mi cuarto y cerró la puerta.

"Tengo algo que decirte, sobre tu diario. Lo leí de una sentada, la historia me atrapó y para cuando me di cuenta, llegaba al final. Como lectora, debo decir que tienes talento para la redacción, de no ser así ni siquiera lo hubiera terminado. Ahora, evidentemente hablabas de mí, no fue difícil ubicar a los personajes principales, me di cuenta de tantas cosas. Lo que sentía Carlos, todo lo que sufrió sin que yo me enterase, esas secciones me hicieron sentir culpable, y sin embargo, nunca dijo nada. Sobre ti... no asimilo que alguien me pueda ver de una forma tan bella. Dices tantas cosas agradables de mí, que de verdad llegué a pensar como sería ser así, lo quise en ese momento. Igual noto que hubo altibajos, que no siempre sentías lo mismo, a veces me declarabas amor, y otras, otras querías decir adiós, noto el duelo y sé que realmente sentiste todo eso. Llegando al final de la historia, las lagrimas empezaron a escurrir por mis mejillas... de verdad me siento mal de no poder corresponderte."

Así, y sin pedirlo, me condenaron a ser libre otra vez.

viernes, 3 de marzo de 2017

El mejor amigo

Él es un gran amigo. Un hombre con un don para simpatizar a los demás, la mayoría le tenían un gran aprecio y confidencia (ideal para su carrera de psicólogo), mientras que el resto de amargados le tenían cierto desprecio, quizás debido a  la envidia pues siempre se encontraba rodeado de gente de toda clase, incluyendo así mujeres hermosas. Parte de su encanto residía en un instinto dormido para con sus amigas, que se traducía en alguien confiable y sin intereses lujuriosos o de conveniencia, pero esto no fue siempre cierto.

En algún momento de sus despreocupados días, conoció a una mujer peligrosa, no por su forma de ser en realidad, sino por su trato con los hombres. Algunos podrían decir que era promiscua, pero descarto ese termino, pues era más complejo. Él lo sabía, veía más en ella que cualquiera que hubiese compartido cama con ella, veía más que piel, había debilidad, miedo, soledad. Soledad que se anestesiaba por las noches, temor al abandono, un buen corazón.

Conforme fue descubriendo su interior, empezó a notar también su belleza física, la cual formó una combinación devastante para sus deseos. A pesar de ello, jamás quiso dejar de ser su amigo,tratando de engañar a su libido, a sus sentimientos, fingiendo que estaba bien. Así, vio decenas de hombres ir y venir, pero el seguía ahí, admirándola como una puesta de Sol. Entonces, es Sol se metió, y aquella noche finalmente fue honesto con ella y consigo mismo. Dijo todo lo que tenía, e hizo la pregunta, pero ella respondió con otra duda.

Desde ese día, los dos viven una mentira, que espero termine en unión, o un seguir adelante, porque él también es mi amigo.

El poeta acosador

Primer encuentro

Rayo de luz azul, ¿cómo esconderte entre tanto gris? siempre en mi mira, a un metro de mi libido, y yo deseándote más cerca. Hazme la noche con tu rechazo, que solo así dormiré entonces.

Segundo encuentro

Mírate tomando la mano de ese hombre, princesa de boca dorada. Tan querida, tan conforme y sin saber darte explicaciones del porqué. Pero puedo decir porqué te deseo bella castaña y es tal la razón que desafiarías a la gravedad para evitar caer en mis brazos. No hay escalera hacia tu corazón, pero si un par de manos para mi lujuria.


Sustancias

He hallado los pergaminos perdidos de la dinastía Xhi. En ellos explican el origen del hombre desde su no tan descabellada perspectiva (considerando la época), el sueño de Shu Yun de hallar la paz interna siguiendo al pie de la letra la filosofía del Yin y el Yang, como una paz interna a través de una ira desatada externa. También había algunas predicciones del futuro que fueron bastante acertadas y algunas que parecen posibles, el secreto para vivir 150 años y más datos que desbordan en mi cabeza.

Aunque no recuerdo claramente todo, sé que no volveré a meterme eso.

El verdadero amante.

Amaba sin pedir nada a cambio, le temía a la soledad tanto como a la locura, juraba ser un amante entregado pero confundido, pues en su búsqueda de amor sólo uno podía ser verdadero, así que al mínimo desliz dudaba y todas sus creencias entraban en conflicto, a veces erosionando lentamente sus relaciones, aveces fulminándose al instante. Siempre viendo los rostros de las personas que pasaban, buscando aceptación, cariño, comprensión. Así fue hasta su último día. 

Como olvidar al único verdadero amante.