viernes, 29 de abril de 2016

Ensayo 18

25 de Abril

Un respiro del mundo. Con cada día, mis cadenas se aflojan, ya sea por el óxido o por la anemia que ataca mi cuerpo con cada esfuerzo innecesario, más temo que el día que sea libre no viviré para contarlo. Mis ojos olvidaron lo que es despabilar, me encuentro siempre en un estado onírico,  excepto cuando llega la hora de dormir y la cama se vuelve una máquina capaz de romper la línea temporal, la cual funciona al cerrar los ojos, y que siempre me transporta a la mañana siguiente. Puede que ya no diferencie entre día y noche, entre Luna y estrellas, entre miedos y deseos.

27 de Abril

Laura ha vuelto a mi vida con esa ternura encantadora de siempre, pero esta vez, sus tristezas no me son ajenas y puedo ver su depresión vuelta en falta de apetito, su monotonía vuelta una pérdida del camino, su soledad vuelta en un deseo urgente de compañía. Y siendo que he llegado a conocer esos secretos tan trágicos de su alma, ¿quién sería para negarle mi cariño, que si bien confuso calienta también?

La próxima vez que la vea espero darle un día agradable de esos que tanto nos hacen falta, y quizás, con mucha suerte, pueda controlar mis instintos más carnales. 

28 de Abril

Los exámenes han acabado, los proyectos son historia antigua y son archivados en la parte de mi cabeza destinada a desechar. Ahora el trabajo es el único pendiente, por lo menos hasta volver al pequeño infierno del ciclo escolar. Y hablando de infiernos, parece ser que iré dos semanas a mi tierra natal. Será como una muestra por adelantado de lo que me espera al morir. El aire allá es como un horno abierto, el Sol atenta con caer cualquier día y lo demuestra acercando su calor considerablemente sobre esta ciudad de ríos que cuando pueden saltan los muros de contención y juegan a encontrarse entre dos rincones lejanos. Allí donde los periódicos tienen que comer con una gran sección de notas rojas, donde la vida no pesa pero tampoco acomoda y donde los peces han amado a los reptiles, ese es el lugar que no puedo dejar atrás.

30 de Abril

Siendo que ahora mis palabras tartamudean,
que tu boca escupe amores estancados,
ahora que mi sonrisa es tan sincera como tu felicidad
y que tus lagrimas permanecen siempre al borde de tus párpados;
ahora que ni en mis sueños me dejas tranquilo,
y cuando te alcanza el sueño te acurrucas en embozos ajenos y solitarios,
dime ¿serías tan misericordiosa como para decir que no puedes quererme?

miércoles, 27 de abril de 2016

Ensayo 17

22 de Abril

Un día más entre la neblina de los pensamientos, en el auge del estrés, en el clímax de los nervios y de repente, una llamada. Miriana quiere un poco de diversión nocturna, que por muy perverso y conveniente que pueda sonar, termina más bien en una pijamada con amigos. Carlos no estuvo en casa y presiento que resentirá esto de una forma u otra. A decir verdad tiene de que quejarse. Miriana ha llegado a casa cuando me encontraba solo, y las palabras fluyeron entre timidez, silencios incómodos, absurdos, y confesiones que no atentasen con acabar la buena vibra del departamento. Más de un beso reprimido, más de un "te amo" callado, y sin embargo, el Sol sale entre los montículos del relieve a la distancia, quemando de a poco mi sonriente rostro.

23 de Abril

Una despedida por demás efímera termina por hacer que me precipite sobre las sabanas, tratando irremediablemente de no perder ese calor en el alma que me han dejado mis fantasías, mis realidades, mi más reciente pasado que se marchita lentamente entre mis manos. Así entonces, son las cinco de la tarde y recién me digno a buscar algo de comer, sin éxito alguno. Carlos apenas ha llegado y su estómago está en sincronía con el mío. Salimos a una plaza, terminamos comprando un café y pan lo cual no ha calmado el hambre en lo absoluto y entre temas ha intentado preguntar que hicimos ayer. "Nada en lo absoluto" parece tan buena respuesta como cualquier otra para alguien que está lleno de angustia.

24 de Abril

¿Cupido me  sonríe o es tan sólo otra de las jugarretas de Dios para hacer más interesante la obra? De cualquier forma, no me fue posible rechazar la invitación a comer de Miriana. Ni el transporte incomodo, ni el calor atroz, ni siquiera el endeudamiento en el que me estaba sumergiendo lo iba a impedir. Bien he tenido suerte de que Carlos y Alfredo estuviesen ocupados para pasar un día largo y agradable con ella.

Ahora, he de admitir que me ha asustado lo mucho que come, posiblemente más que yo, pero ¿quién se fija en esas pequeñeces?

Me ha pedido acompañarle a comprar un obsequio a una amiga, de nuevo al transporte incómodo, pero esta vez, su cabeza se recarga en mi hombro, dejándola somnolienta y a mi solemne cuidado. Debo de admitir que es difícil inspirar temor cuando tu cara se la pasa ruborizada y con una sonrisa agradable a la vista, de esas que nunca tengo.

Llegamos a la plaza y me temo que al final, no fue posible comprar algo. Supongo que la indecisión no es ajena a nadie, pero aproveché para invitarla a ver una película. Durante dos horas, mi corazón late fuerte, mi cerebro produce y libera endorfinas que alteran mis sentidos y mi cartera muere de hambre y cólera, pero no alcanzo a oírla desde mi bolsillo trasero.

Soy feliz, soy egoísta, soy un individuo que vuelve a estar solo al anochecer.

miércoles, 20 de abril de 2016

Ensayo 16

11 de Abril

La comida puede escasear, el agua termina por desaparecer entre vientres insaciables e incluso el aire termina por ahogarnos entre ondas cálidas y carbón, pero si bien de algo se goza en esta mi casa, es del amargo pero fresco brebaje que da alegría a los corazones mas tristes. El alcohol nos une en una melodía de borrachos entonados en la octava nota de la escala, el ja que se halla en menores de edad y mayores que apenas aguantan tanta belleza, y de vez en bemoles que alteran la delicada escena y nos torna agresivos o estúpidos, y sostenidos de la botella nos deslizamos de su boca a su cuello, y tomamos hasta la última gota de su esencia, a fin de satisfacer el instinto mas íntimo de felicidad.

Así entonces, me ha tocado esta noche ensayar un gran bemol, declarándome enamorado a todo individuo que compartiese conmigo el comedor y los limites de la sala y la cocina, me declaré en tregua sacando una bandera blanca y borrosa y afirmé una rendición condicional; y bien dicho esto, Carlos ha guardado silencio un momento y ha abrazado mi confundido pero destrozado ser. El silencio es lo único que me consuela en realidad.

¿Y que más podía esperar?

Estoy expuesto ante la peor persona, un amigo, un rival en el amor, un egocéntrico y a la vez un pilar derrumbándose como yo. Lo veo pensativo, debatiendo si merezco su desprecio o su aprobación, pero en el fondo sabe que no soy más que un fanfarrón del oropel, un enamorado de la tragedia y alguien que al día siguiente sonreirá como sin vergüenza.

14 de Abril

Existen músicos que tocan el alma y después atacan a las piernas, convulsionándonos en el escenario en torno al ritmo, otros que dan en la médula de los recuerdos, y los ojos sollozan, y los brazos empiezan a estirarse, tratando de alcanzar el cielo y siendo entorpecidos por el viento, que les brinda una apariencia de palmeras ante la tormenta. Pero también están los que no entienden de clímax, de altos y bajos, de reír y llorar, y en su afán por dar todo de sí, descubrimos que ese todo no es mas que una entrega perpetua de simplicidad y monotonía. Nadie debería presentarse en un escenario cuando padece de este último caso, y mucho menos uno debería ver semejante desastre, pero ahí estuve, viendo a los artistas del estudio, a los creativos de la producción, al fiasco en persona.

No todo fue terrible, el espectáculo de luces fue increíble, o al menos esa sustancia aceitosa en mi boca me hizo pensar aquello. Mi cuerpo bajaba y subía acorde a la desaparición de sombras y tinieblas constante de los espectadores, y así la temperatura de mi cuerpo, que me hacía odiar el dichoso clímax de la soledad entre la muchedumbre.

18 de Abril

Mi rutina empieza  a ser como la ruta de un tren siempre puntual, siempre esperando a que la gente pase y se vaya. En estos momentos, empiezo a echar de menos esa pequeña locura de hace dos días, a los músicos de aparatosa reputación, a los acosos meticulosos de aquel que no sabía ni donde estaba parado.

jueves, 7 de abril de 2016

Padre.

Padre, tengo tantas preguntas
y  tu tan lejos para dar respuestas
déjame un segundo para desvariar
y pensar que el sueño se haga tormenta.

¿Porque no aceptas ayuda?
¿Porque te confinas en la tierra?
¿Alguna vez pensaste que amarías
o es que lo haces entre niebla?

¿Es acaso tu persona mustia
o acaso víctima de la concurrencia?
Padre ¿sabías que lloraría
cuando te entregases a tus tinieblas?

¿Cómo el sueño no se asusta
cuando en tu almohada te recuestas?
¿Porque yo tan solo pensaría
que esto es parte de tu herencia?

¿Como consentiste que la burla
se volviera parte de tu jerga?
Bien yo he llegado a su alegría
pero tu camino en mí causa rareza.

¿Cómo a una mujer tu juzgas?
¿Fuiste casanova o sin vergüenza?
¿Porque a los autos tu veías
con fanatismo entre confluencia?

Padre entre mis preguntas
espero halles mis respuestas,
¿soñaste alguna vez en vida
poder reír sin molestias?


miércoles, 6 de abril de 2016

Ensayo 15

1 de Abril

Es difícil mantenerse al corriente con el diario en temporada de exámenes; el trabajo, la universidad, el transporte, el cansancio, la cama, últimamente todo lo que compone mi día. Hoy sin embargo, celebro el final de los exámenes, el cumpleaños de mi madre, el fin de semana, el descanso merecido y... todo acaba demasiado rápido. Alfredo nos ha invitado a un parque de atracciones para un evento de música temprano por la mañana y me temo que soy incapaz de negarme; en parte porque ya esta pagado, en parte porque es algo importante para él, en parte porque invitó también a Miriana.

2 de Abril

Son las ocho de la mañana. Carlos se ha hecho cargo del desayuno para mi sorpresa; luce de buen humor y temo que la razón me incomode. Pasaremos por Miriana a su casa, su pareja no irá, recién pelearon y están cerca de no encontrar reconciliación. Los ojos de Carlos brillan por lo mismo que los míos deberían, pero me protejo detrás de un par de lentes y un aspecto de insatisfacción. El camino al parque ha sido ajetreado; el va y ven del camión ha hecho que Miriana se aferre a mí y eso me haría tan feliz de no ser por la seriedad de Carlos al asunto. Es difícil ser un buen amigo, y más aun ser un buen pretendiente. 

Supongo he optado el camino fácil y me he dejado adelantar por Carlos Y Miriana en las atracciones. El libro que había empacado se ha quedado en los casilleros de la entrada y la espera se ha tornado larga e insípida, viendo a la gente pasando con sonrisas, sean fingidas o reales, acosadoras de mi paz.  El calor es terrible, mi piel se torna roja y mi vista nublada. El evento empieza y heme aquí en el sol del medio día grabando durante media hora cada canción de la banda de Alfredo, mientras que Carlos y Miriana se cubren en la sombra del frente y sus cuerpos estás tan cerca, y el sudor se apodera de los cuerpos. Al final, me he desquitado con Alfredo y he inventado argumentos por demás validos para hacerlo, aunque el no presta mucha atención; quizás comprende mejor que yo mis excusas. El llegar a casa fue largo pero agradable. De camino hemos comprado un par de cervezas y después de rehidratarnos, todos a la cama, a ser atormentados por los sueños.

3 de Abril

Más que mi deseo de descansar, fue el de liberarme de la compañía que ha empezado por amargarme el alma. Me dirigí al centro y me perdí entre mis vicios y risas, rodeado de desconocidos serios y algunos otros demasiado parlanchines. He llegado al caer la noche y me encuentro con rostros soñando, el descanso eterno y presuntuoso que me acosa por no haberle aprovechado. Al levantarse, vamos al mercado a comprar ingredientes para una comida especial, la cocina tiene el poder de distraerme positivamente. Por fin tras un día largo, me derrumbo entre las sabanas y me digno a descansar... o eso me habría gustado.

Edgar, uno de los integrantes de la banda de Alfredo, ha venido gritando a casa. Mi sueño ha sido interrumpido y me veo en la penosa situación de ir a saber que era tan importante como para levantarme. A veces, las cosas más azarosas terminan siendo buenos recuerdos, pero no se si ir por primera vez a un casino, a las dos de la mañana, cuenta como una. ¡Cinco pesos de ganancia! en contra de los 50 que se han gastado en transporte... el juego es engañoso. Edgar me ha puesto al tanto de sus experiencias de pareja, de sus desastres, esperando una opinión de mi parte. Considerando el hecho que no busca sobresalir en ningún aspecto de su vida y no tiene intenciones de siquiera considerarlo, le he dado un visto bueno: "Anda con la chica de tu jefe, deja el trabajo, igual y consigues otro mejor". Igual y no hubiera hecho caso a algo más.

5 de Abril.

Un sueño, una caricia que resbala sobre mi espalda y susurra en mi oído palabras tiernas y labios húmedos, que de poco descienden por mi cuello y mi trapecio, mientras que unas manos juguetonas frotan mi pecho, creando pequeños espirales e infinitos sobre mi piel. Me entrego por fin al deseo tras estar consciente de la situación, y me doy la vuelta para encontrarme a la bella dama expuesta, atrevida, inocente de perversiones que yo no posea; mis labios decantan en los suyos y se unen en una expresión de entrega que rompe el cuadro negro y nos deja en mi cama con sabanas color vino, y el vino empieza a derramarse de entre ellas, mientras que las bocas siguen combatiendo sin buscar aun un ganador, y así las manos luchan en arrumacos  y las piernas buscan encajar en el rompecabezas de los cuerpos. De repente un roce, un pecho suave contra el mío, una sonrisa pícara y otra avergonzada se combinan en su rostro y es ahí que percibo estar desnudo, libre de ataduras, de complicaciones, entregándome en cuerpo y alma al deseo de los suyos. Y los dos mundos se miran y se encuentran.

6 de Abril.

No se que resulta más increíble, el hecho de disimular durante tanto tiempo que sonrío mientras me parto en pedazos por dentro, o el hecho que nadie sea para notarlo. "Quien no habla, Dios no lo escucha" siempre he pensado, pero me temo que esta vez mi voz no hará más que llamar a mil demonios a consumir lo que quede de armonía en mi hogar. De lo que estoy hablando en realidad es...

Hoy el tema del comedor ha sido Miriana, o mejor dicho el movimiento de Carlos para conquistarla. Tanto es mi habito de ofrecerle ridículos que mi desgracia ha permanecido disimulada, aunque bien por largo tiempo mis ojos se perdían en la nada, buscando algo tan oscuro y solitario como el destino que viene a asolarlos. Quizás nunca tuve una verdadera oportunidad, quizás estaba destinado al fracaso, pero no soy del tipo que acepta una teoría sin llevarla a la práctica y hacerla ley. Si el hombre no puede volar ¡Perfecto! si una fuerza responderá a la mía ¡Adelante! pero tontos aquellos que buscan el origen del universo sin intentar hacer uno. Hoy seré un tonto y quizás mañana, pero más vale que mi infortunio se haga ley para proseguir con otra bella teoría.


martes, 5 de abril de 2016

La lluvia de ayer.

Quisiera sentir la lluvia como antes,
impregnarme de humedad y besos
en los sitios que creíamos amables.

Descansar en camas compartidas,
acurrucarme entre cálidos deseos,
cubrirme del calor salvaje.

Soñar con realidades duraderas
en vez de con sueños animales,
que una lágrima se asome en mi mejilla
no los hace menos repugnantes.

Y ser uno con las cortinas
y no dejar que la obra se acabe,
si bien tuviera un último deseo
quisiera ver la lluvia de antes.

Despedida.

Una primavera, una despedida;
los arboles pintan de magenta
las calles grises y con prisa.

Un recuerdo, una experiencia,
un legado de sin sentidos
en los ojos rojos se aglomera.

Una espera, una mentira;
el legado hoy sabe a la hiedra
y acidez en torno a la porfía.

Un aeropuerto, una poesía,
un calor que creía muerto
le hace frente a la decidia.

Un sentimiento, una caricia,
todo eso que carezco;
florece el meollo de la vida.