martes, 31 de marzo de 2015

Hilos.

El viento que sopla sobre el picnic
y levanta a las invasoras de jardines,
es el mismo viento que impregna las ventanas
y el mismo que azota mi escondite.

El caos que deja puntos ciegos,
el mismo que desafina las orquestas,
y los violines lloran sus debuts,
la esperanza rueda por sus cuerdas.

Los males que atormentan a los viejos,
el confinamiento de los niños en sus casas
y la vida que sobrellevan los adultos,
la soledad que afecta las recamaras.

El Sol que seca mis labios y mis cienos,
los mismos que me ahogan cuando llueve,
y el cielo ríe y el suelo llora,
solo hay uno que los hilos mueve.


lunes, 30 de marzo de 2015

Pequeñas prisiones.

De una cajita de reloj, el hombre sacó un par de papeles; basura a simple vista; y los esparció alrededor de su cama como si tratase de armar un rompe cabezas de piezas que encajaban en su mente. Ahí se encontraban varios boletos de autobús expirados y con fechas con significados tan íntimos como memorables. El hombre se estremeció; empezó a irse en compañías pasadas y amigables, donde lo que más podía resaltar de aprendizaje era la cantidad de errores que había cometido. "Que tonto fui" se repetía cada cierto tiempo mientras seguía examinando cada objeto individualmente.

En la cajita, también había un anillo viejo de un material barato, un collar de joyería fina y un dibujo que mostraba ternura, fidelidad, pero sobre todo inocencia. El hombre tomó todos los papeles de golpe y se dispuso a meterlos de nuevo en su prisión, pero en el brusco, una fotografía cayó a sus pies. En ella reconoció a una pareja de antaño; el hombre lucía familiar, como un viejo conocido y empuñando los ojos para dar con aquel rostro tan joven y vivaz, se percató que era él.

-¿Qué ha pasado conmigo? -Se decía el viejo extrañado y melancólico.

Entonces procedió a ver a su acompañante, una joven con un encanto peculiar que en algún momento le había dado días encantadores. Empezó a rozar sus dedos por su cabello lacio y negro, por aquellas mejillas desproporcionadas pero encantadoras, bajó hasta su sonrisa llena de inseguridades, pero donde el amor no era una de ellas. Entonces empezó a llorar. Las lágrimas caían sobre la foto y acabaron por decolorar la vieja foto, por lo que se detuvo rápidamente y se dirigió hacia la ventana abierta, ahí volteó al cielo y después al musgo creciendo por la temporada. Eran pruebas contundentes del presente. 

"Vivo o muerto, he llegado aquí. Como quisiera que sólo fuese un ensayo... un sueño..."


domingo, 22 de marzo de 2015

En bruto.

Le hablo a una pared de pedrería,
de brillos en bruto y ónix opaco,
de incisivo bordes y uniones sangrantes,
le hablo y esta no responde.

Pero ella si que habla cada día,
escribe una historia de desengaños,
de amarguras y de pocos finales,
ella habla de ilusiones.

Y se pierde entre nobles fantasias,
en depresiones o crudos atracos,
se pierde en su propia vida.

Llora y yo busco sus albricias,
mas ella no responde mi llamado;
le hablo a una pared de pedrería.


viernes, 20 de marzo de 2015

Primavera.

Hoy me huele a primavera
y los framboyanes florecen de su sueño,,
los nubarrones un día hacen huelga;
casi pierdo los ojos por los cuervos.

Los animales una orgía celebran
y entre instintos preparan a su duelo;
el triunfo del éxtasis y la merienda
que se han de dar con el desdeño.

Hoy cantan los nativos de mil islas,
hoy baja una serpiente hacia mi suelo,
y así también mi sangre fría
baja hacia la yema de mis dedos.

El cielo no traga tal belleza
y azul espera den aliento;
hoy me huele a primavera.


miércoles, 18 de marzo de 2015

Sufrimiento como virtud humana.

Oí que nada nace en un solo día mas que las moscas, que incluso los ratones tardan cinco semanas en empezar sus pequeñas y adorables plagas tifoideas. También he escuchado que las moscas viven hasta una semana, mientras que las cigarras duran apenas un día. Entre curiosidades, se que los guacamayos viven hasta 100 años y de la leyenda de un hombre de unos 100 más.

 Me he fascinado con vidas tan esporádicas y sin sentido de libertad como las hormigas, y algunas tan egoístas y perezosas como las de los gatos, con los cuales me identifico por el simple hecho de que a los dos nos desagradan los baños. He aborrecido la vida de los perros, que es corta y llena de un cariño incondicional y tan leal como su vista y su hambre les permite, el pez que come en su mierda y se limita a seguir al grupo. 

Pero si hay algo que de verdad aborrezco es al ser humano, con su seguridad de poder apropiarse del orden y la iluminación misma, aludiendo a la palabra de Dios, a la capacidad de razonar que pueden, y sin embargo aborreciendo a cualquiera que se involucre en sus asuntos, siempre tan importantes para un solo individuo. Se cree omnipotente y sin embargo, se limita a un espacio de tierra donde pasa sus días creyendo que hace algo importante y que cumple un propósito que en realidad es tan complejo como el mas pequeño de los pelos de su culo. 

Me aborrezco yo también por supuesto, la humanidad no es ajena de ningún simio erecto, aun por mas jorobado o lampiño que este sea; la única diferencia es que yo no creo hacer algo importante, se que no soy más que un ser más agotando los recursos del planeta, y que se justifica buscando un futuro menos sombrío para los progenitores. 

Y aun así... me amo, con toda la inexistencia de la palabra misma, y amo a cada ser que he tenido el gusto de conocer, pues han sido bellos hasta en la mas mínima gota de mentiras, pues ellas también cuentan una verdad que danza entre el sufrimiento y la locura. Eso es lo que en realidad amo. La capacidad del desastre que conlleva la humanidad y que en su desorganización nos lleva a dar pasos torpes y cometer errores tan garrafales como la muerte. Y poder sentir todo ese dolor por encima del instinto, ser tan masoquistas como para recordar la tragedia y tan sin vergüenzas como para reírnos de nuestras fechorías. 

La verdadera humanidad a mi parecer, no se trata de compasión, ni de consciencia, ni siquiera de ingenio, se trata de saber todo lo que el sufrimiento conlleva, porque solo a partir de conocer el dolor es que conocemos la compasión, que entendemos el porque de la consciencia, y como el ingenio nos aleja de ello... porque así es... estamos dejando nuestra humanidad atrás.

Mi recomendación para este mundo de avance y de hedonismo es:

"Romperte una pierna."

lunes, 9 de marzo de 2015

Estudio preliminar del amor.

Tras años de investigación, fundamentación, análisis y experiencias examinadas precavidamente, hemos llegado a la conclusión que el amor no existe.

La explicación es muy sencilla. 

En la naturaleza misma, es sencillo relacionar las emociones humanas con los instintos animales, el respeto que impone un macho alfa, la lealtad de las leonas al mismo. El miedo de las presas hacia los cazadores, la ira al invadir el territorio de un gorila. La tristeza de perder una cría o a una madre, todo eso eran meras acciones y el hombre, con el fin de crear un lenguaje lo mas completo posible, puso nombre a esos impulsos predeterminados.

Cada sensación, cada emoción, cada gesto y acción que estaba en el rango de sus sentidos fue etiquetado para transmitir enseñanzas y conocimiento. A todo lo que no podía terminar de nombrar, le llamó de dos formas: amor y Dios.

Ahora, Dios es algo que no se involucra en este estudio por falta de información al respecto, pero en cuanto a el amor se refiere, se denotó como la fuerza que movía a la gente para proteger lo más preciado para ellos. Pero el amor no existe.

Existe el apego hacia un objeto o un ser vivo, que culmina en cariño y en unión afectuosa, pero eso no lo hace amor. Existe la desesperación y la adrenalina que genera una mayor tensión en los músculos que nos permite obtener fuerzas mas allá de las que comúnmente usamos, en esos momentos en que la seguridad de nuestros tesoros más preciados es puesta en riesgo. Pero eso no lo hace amor.

Se habla de amor a primera vista, pero el amor no existe. Se refiere a la secreción de hormonas en el cerebro que causan la sensación de enamoramiento, que en realidad no es más que un simple instinto por salvaguardar la especie y un instinto sexual que conlleva a relacionar al sexo opuesto con la excitación.

¿Y qué es la felicidad que se genera cuando estamos cerca de alguien especial? 

Se trata de emociones interconectadas por una serie de factores que conllevaron a esa situación. A veces se parte de la comodidad que genera esa persona en nuestra vida diaria; otras veces es que vemos a esa persona como una meta o utopía, y por ello, el estar con esa persona resulta placentero como quien admira aquello que sueña con tocar. En algunos casos también, existe un acuerdo mutuo de armonía que resalta por encima de la comodidad por ser más estable, pero esto resulta de sacrificar los pensamientos hedonistas y los gustos específicos de cada uno de los individuos. 

¿Todo sea por amor?
 Todo sea por sentirse bien, por mantener la linea de sangre, por alcanzar esa meta, pero nunca por amor.

¿Que es eso que vemos en los ojos de esa persona especial, si no es amor?
Esa mirada que tanto relacionamos con amor, no es más que la mirada de los niños. Se trata de una expresión que entiende dependencia de alguien, implica confusión, inocencia, dependencia. Esa mirada significa que esa persona ha encontrado algo sustentable en ti y por tanto permanecerá a tu lado, aun si se trata de un cruce esporádico y casual de miradas. Se trata de una situación inconsciente e instintiva a la que terminamos llamando amor.

El amor es la forma perezosa de expresar un sin numero de palabras que al final no sustentan su validez. Se trata de un invento de hombre, algo que hizo para facilitar su vida. 

El estudio, aunque busca la verdad, se limita a dar solo una breve opinión del asunto. Habrá que detallarlo más en el futuro, y comprobar su validez.