viernes, 27 de febrero de 2015

Roto.

Solo en recuerdos te admiro,
me consumen los estragos del momento,
y en sublimes historias retraso mi descenso,
y me indispongo a acabar con lo debido.

Tan solo de sueños me he perdido;
me he formado y deformado en pensamientos,
y aun en el punto donde no queda terreno,
me limito a avanzar un salto al limbo.

Solo en muertos me he escondido;
me diluyo entre cadáveres y huesos,
entre flores y otros adornos placenteros,
me escondo de la risa de los vivos.

Solo en recuerdos te admiro;
me persiguen los fantasmas del convento,
me dicen que mi vida tiene arreglo,
estando roto es como vivo.


miércoles, 25 de febrero de 2015

Crimen lírico.

En las fauces de la resurrección,
a punto de entregarme  a la desidia,
que no es lo mismo que la inconclusión,
ni mucho menos que la deriva.

Me escabullo entre la pasión,
entre los dedos que hablan profecías,
que no es igual que una predicción,
pero si mas cerca a una mentira.

No tengo tiempo para detención,
mis esposas me incomodan la poesía;
necesitaré menos atención,
por favor, llevadse mi comida.

Entonces termino mi alusion
entre paredes blancas y cenizas,
que traen días oscuros sin razón
¡alguien saqueme de psiquiatría!


lunes, 23 de febrero de 2015

Cuestiones perspectivas.

Parecía una sonrisa o mueca forzada,
un cariño o necesidad de compañía,
un abrazo de cariño o compromiso,
un coqueteo pasional o altruista.

Me buscaba por amores o descuidos,
se acurrucaba o caía desprevenida
en el pecho del perverso  que le seguía
a los oasis de los desiertos derruidos.

Me recordaba un sueño o fantasía,
miraba el cielo como mira al techo,
contando segundos o despedidas
o los centavos para salir del agujero.



Jugaba a la mujer decidida,
a la niña consentida e inmoral,
a ser consuelo del solitario,
a ser el mal de amores de la cofradía.

Rompía todo cual veía su miopía,
mostraba todo lo que no era suyo,
hablaba de verdades infundadas,
mordía como los perros de noche.

Ni santa ni menos bondadosa,
ella curaba cual lo hacen las drogas,
ella quería como lo hacen los gatos;
ni humana, ni mucho menos hermosa.

sábado, 21 de febrero de 2015

Luna menguante.

Aun el Sol caído, y los pajaros ocultos de los murciélagos, te busco entre la carcasa de anhelos desechables que prosperaban en mí, en esa linea entre la cruda realidad y el punto en que estaba dispuesto a aceptarla. Me ahogo entre recuerdos y noticias tan útiles como la tortura, en los días donde buscaba las curvas mas cercanas a tu rostro y que miraba hacia otro lado mientras te agachabas, a punto de mostrarme lo que yo aun quería ganarme con esfuerzo del mañana.
Me sumerjo aun mas profundo, entre la lujuria imprescindible de tus ojos y en los sueños lambiscones de los que tanto hablabas. Mis manos han sufrido tanto como la noche, que cada día desaparece con trémulos movimientos con el ocaso. Tu, que eras la Luna de esta noche, he de añorarte como se añora una botella de vino, comenzando por el sabor y terminando con el asco de la madrugada, porque al final, no has sido mas que el desquite aguardentoso de alegrías y desdichas combinadas en un desastre ocasional e indeseado.

Y así es como te recordaré hasta el hoy.



Por fin al reaccionar, me despierto empapado en la cama donde alguna vez dormiste, pero en lugar de añorar tu presencia, me mantengo en busca de una noche mas, donde los astros no sean tan esporádicos ni juguetones, donde quizás me enamore de la eternidad.

viernes, 13 de febrero de 2015

La virtud del dolor, segun el viejo.

Irreverente como solo algunos en ciertas ocasiones, el pintor se disponía a cumplir ese compromiso implícito de impresionar. Hacia mucho que sufría un bloqueo de ideas que lo habían tenido comiendo de los diezmos de las regalías, pero sabía que ese no era el tipo de vida al que estaba acostumbrado. Tan astuto como para pintar con los ojos cerrados, el viejo de vista nublada iniciaba una mas de sus fantasías de grandes mundos y escenarios postapocalípticos que tanto habían vendido en sus comienzos. De repente, al dar la primera pincelada, se dio cuenta de esa verdad incomoda. El ya no podía soñar con mundos llenos de ruina cuando su mundo estaba lleno de paz y calma. Intentó pasar hambre un par de días, para ver si con un poco de sufrimiento el flujo de sus dedos volviera a la normalidad, pero nada llegó mas que bocetos imitados de libros que agarraban polvo en el librero. Se impacientaba, al grado de empezar a golpear las paredes y de tirar los papeles que le recordasen su anterior éxito. "¿De qué me sirve un pasado de éxito sin un presente inconveniente?" Entonces corrió a la cocina, tomó un cuchillo y se dispuso a cortarse una oreja, pero al recordar a un cierto pintor, supuso que sería demasiado triviado y poco ortodoxo. Entonces tomó una aguja y empezó a suturarse la boca, pero no dejaba de escupir maldiciones, imposibilitándole de cerrarse el pico, así que soltó la aguja. Entonces, en el estuche de costura, notó un estambre rojo, y otro azul, y uno mas negro. Hizo espacio en la sala, y comenzó a desenvolverlos y a cruzarlos en su piso blanco. Era la primera vez que trataba con algo tan burdo, pero más que tomarlo de juego, volvió a sentir aquella emoción que hacía mucho no tenía. Pasaron dos días y el hombre no hacía mas que desenrollar los estambres cruzándolos y creando sinfín de colores por la profundidad que proyectaba; se olvidó de dormir, de comer y se dice que en los últimos momentos dejó de respirar. Así fue como se ahogó en ese ataúd que se hundía en el mar, y con él, la mejor de sus obras.


miércoles, 4 de febrero de 2015

KAHLA.

Hace un par de años que el doctor Ferdinando Nicol creó el primero. Dedicó cada suspiro de sus días a la culminación de un proyecto tan ambicioso como imposible. En ese entonces, era ya común los transplantes y las prótesis, pero nadie había podido ver mas allá. Él lo hizo.

El primer diseño funcional, consistía en un brazo mecánico que simulaba las articulaciones de un orangután, implantado en un ex-beisbolista que perdió su miembro en un accidente. El resultado marcó el inicio de la era de los protozoan.

Con el tiempo, los protozoan fueron expandiéndose a otras partes del cuerpo; desde los ojos, hasta la piel y ciertos órganos internos. El procedimiento era costoso y muy selectivo, por lo que solo ciertos hospitales podían implementarlo. Con el tiempo, algunos grupos de la mafia contaban con protozoan entre sus superiores, por lo que se volvió ilegal su implementación y termino el auge de los protozoan. No pasó mucho para que el mercado negro se hiciese de un prototipo a partir de un sistema llamado KAHLA. El mismo del que ahora huimos.