lunes, 30 de junio de 2014

La muerte en la despedida.

Porque te quiero voy muriendo
y en la distancia muere tu sonrisa,
tus recuerdos poco a poco quedan lejos,
en el suelo caen muertos de la risa.

Los momentos que vivimos juntos,
las promesas que murieron en la noches;
los sueños que llenaron ojos muertos
perecieron antes de que los recuerdes.

Vivíamos en lapsos vespertinos,
yo moría en la semana de esperarte,
tu vivías en la mente de los otros,
yo moría en el olvido de mis males.


Te escribo para no seguir viviendo
como el cadáver cansado de esperarte;
de tu recuerdo hoy muero lento,
para que mañana vivas mas radiante.

Aun le temo a mi cuerpo muerto
pero mas le temo al escuchar las voces
así que muere conmigo o matame
si es que alguna vez fuiste justa o fuiste mía.

Y si sobrevivo besa mi cuerpo,
si me muero entierra mi mentira;
que en tu olvido yo siga siendo
aquel muerto que te sonreía.

domingo, 29 de junio de 2014

El don Martirio.

Aturdido del aire que me sopla,
consternado por el suelo en el que piso;
perdido entre el césped de mi patio,
enfrento al minotauro en mis sentidos.

Sacudo el sudor del día a día
y me entierro en la arena del delirio,
ahí el reloj se llena y yo me ahogo,
rasgando las paredes del empíreo.

Cazo a los fantasmas del pasado
y me escondo del futuro que es vecino;
el presente es un sordo estallido,
del que mis ojos se vendan con espinos.

Masacro las venas del afecto
y me desangró en el intento de suicidio;
corto los lazos que he cuidado,
en mis episodios de don Martirio.





martes, 24 de junio de 2014

El museo.

Dejame abrir las puertas del museo
y desempolvar los cuadros en las cajas;
dejame colgar los que son nuestros recuerdos
y presentarle al publico nuestras andadas,
las promesas y momentos de deseo,
las risas y esos cuentos de hadas.

Ayudame a limpiar mi vertedero
y hazme el favor de ser la bella dama,
que de la bienvenida a ese pueblo
con antorchas dispuestos a matar:
sonríe y por favor no tengas miedo,
que yo les daré visita guiada.

Cuando termine el día casi muerto,
veras la lluvia sobre tu cara,
el cielo brillará cual fenómeno en sueños;
mi mano te llevara a donde tu cama,
para así ya no tengas miedo
de lo que aun no dice el mañana.


Entonces empezará el día nuevo
y abriremos de nuevo nuestras puertas,
y nuevamente llegará la brisa del siniestro
a querer tirar la exhibición que tanto amas,
y porque tanto amo seguiré ahí vendiendo
esa idea de futuro y algazara.

sábado, 21 de junio de 2014

Noche corta, días perfectos.

Me temo los sabuesos del sueño me alcanzaron
y me han acorralado lejos de despedirme,
aun tu recuerdo del día se ha impregnado
entre mi cuerpo y la distancia de lo triste.

Mis adentros exigen ya el descanso,
pero aun mis ojos buscan advertirte
que no sería capaz de abandonarte,
cuando la esperanza del mañana aun existe.

Somos dos extraños enamorados,
perdidos en el déjà vu de días febriles;
aun tu cuerpo enfermo yo he adorado,
para compartir el dolor y seducirte.

La noche y el reloj están callados,
y sospechan del desacato a despedirme,
así que hoy me iré a este otro espacio,
pero esperando que aun puedas perseguirme.


Cuando menos te hayas percatado
yo estaré ahí para sonreírte.

viernes, 20 de junio de 2014

Tiempos mejores.

Hoy el cielo te cae encima;
las manos se te apartaron,
los pies sin suelo no caminan,
hoy te sientes abatida.

La piel se te ha marcado,
por cruel tiempo y sus heridas;
los labios se resecan
sin el agua de pauta bendita.

Te has estado asfixiando
en sentimientos de angustia y en cenizas;
los ojos arden y se cierran,
el mundo te ha puesto de rodillas.



Tienes que 
saber que no hay caminos malos,
que el peso nunca rompe tus rodillas;
cargamos un destino en espera
de ser alcanzado por la dicha

Hoy estas al borde del fracaso,
pero aun no escribes tu partida;
carga un poco mas con esta piedra,
El Sol saldrá al nuevo día...

miércoles, 18 de junio de 2014

Segundo acto.

Sé que esta noche dibujaste tu descanso
y yo aquí escribo en mi desvelo;
el cielo hoy nos puso buena cara,
y montó el escenario predilecto.

Actuamos con gran naturaleza,
como un aturdido elenco,
aun con utilería perdida,
aun sin horas para el sueño.

Robaste escena muy temprano,
cuando recién había despierto;
apenas abrí la cortina,
una sonrisa,
se coló entre mis adentros.


Improvisé en nuestra puesta
y abracé tu aun recuerdo,
y tu titubeaste y devolviste
un cariño que yo creía muerto.

Entonces sonreí al fin osado,
y empecé con el libreto;
las lineas fueron perfectas en medida
y la obra empezó con el anhelo.

Los espectadores ahora detestan
el segundo acto en su comienzo:
en esta obra no hay lugar para las dudas,
solo así el final será un éxito.




Un día.

En un día saboreo la decadencia,
abrazo las décadas que pasan,
acaricio el pasado reciente,
me duermo en la sala de espera.

Comparto mis recuerdos y tristezas,
callo mis profundos desacuerdos;
admiro un pardillo en la ventana,
despierto en la noche sin tinieblas.

Aconsejo al diablo de mi venta,
y le subasto mis cariños venideros;
me enfado con la parte que te ama,
me despido de ti entre la niebla.

Aprendo de las artes embusteras,
y me olvido mis deberes y deseos;
pienso en ser un hombre de verdad,
cuando a una mujer cierro la puerta.

Admiro mis logros y rabietas,
y me privo de la afable compañía;
me alegro de mi vida hasta ahora,
me aflige el futuro que hay afuera.



domingo, 15 de junio de 2014

Aquello que se va cada mes.

Sabía que faltaba un sabor entre mi lengua,
un centímetro de vida entre la punta
y el deslinde de lo amargo de las lágrimas;
un segundo perdido para mis adentros.

Sabía que faltaba una nota en la canción,
que tocaba día con noche entre la dicha
e improvisaba y cambiaba inconforme,
por no encontrar sus pies sobre mi arena.

Sabía que aun no estaba en casa,
había muchos momentos de silencios indebidos;
tedios y gulas surgidas por la ausencia,
de aquello que levantase mi arma sin filo.
 
Sabía que lo había olvidado,
y entonces lo busque entre frutas y recuerdos,
en canciones y en diccionarios viejos,
entre la Luna y el cartón de mi basura.


Encontré tesoros y sentimientos,
pero aun mi lengua estaba incompleta,
aun mi canción no sabía empezar,
mi casa aun no era un hogar.

Empecé a retarme con belleza,
a cuestionar lo ya fundamentado,
a rezar por los que ya se habían salvado,
a olvidar los muertos en combate.

Sabía que todo era una farsa,
y en mi desdicha encontré caminos separados,
y entre ellos coordinaban el siniestro,
para devolverme, sin costos, lo perdido.

Ahora saboreo bofetones y sonrisas,
y tarareo ese requinto de mañana,
mi hogar ya tiene tiempo de habitarme;
ese es el vigor de este presente.

Romina.

Te vi en tu inocencia aborrecida,
con uniforme de tu cárcel predilecta;
ibas sofocada por el clima,
te sugerí un refugio con merienda.

Aquel entonces no era nadie,
tu eras una desconocida,
pero estaba bien pasar el rato
o perder el tiempo en compañía.

Empezaste a tomar confianza,
reíamos en algarabía;
te pedí no fuéramos amigos,
tu diste gusto a mi idiocia

 Frecuentamos los mismos lugares,
y jugábamos de vez Romina,
sabías que mi corazón late,
sabías ya que te quería.


 Fuiste probando mis palabras,
y  yo buscando tus sonrisas;
comenzó a ser un reto besarte,
para ti rechazar mi cercanía.

Empecé a ser muy agresivo,
buscando tus labios cada día;
tu sabías lo que hacía falta
para yo probar tu boca tibia.

Hoy después de tanto tiempo,
por fin comprendo tu afonía:
querías días como  antes,
cuando disfrutába la compañía.
 



viernes, 13 de junio de 2014

El rumbo del presente.

Caminos que se cruzan,
caminos que separan ;
caminos senoidales,
caminos que nos mojan.

Caminos paralelos,
también de un solo cruce;
esquinas, callejones,
caminos rectos sin cruces.

Hoteles con amigos
y bares por cantarles;
caminos se estacionan,
caminos que hoy parten.

Refugios de la noche,
corazones de bufanda;
caminos que se queman,
el humo en el camino.


Caminos perseguimos,
espejismos se convierte;
caminos que perdimos
en tesoros del presente.

Caminos entre montes,
el sol su lenta oleada;
sal impregna el camino
mis pies refrescan en las llamas.

Hoy sueño escepticismo,
el camino ya no es suficiente;
caminos que vivimos,
aun dudando del mañana.

miércoles, 11 de junio de 2014

Desidia.

Estamos hablando de enfermedad,
quizás un mero capricho infantil,
o tan solo una necesidad del instinto.

Un desprende de hormonas,
un brote de viruela en la fianza,
un señuelo para seguir escribiendo.

Buscar un especialista del problema,
querer una pareja de juegos,
hallar una amistad en el incierto.

Probar el peso en mis palabras,
hallar amargura y el desierto
y no el dulzor de aquel momento.



Ansiar un mañana de alegrías
desde la neblina en el martirio,
sin querer levantarme por deseo.

Hace falta caminar en mis piernas,
y un tanto de fuerza en mis parpados;
hacen falta excusas para abrir la boca.

Quisiera que cual Sol yo dispusiera
de voluntad para salir cada mañana,
solo  me escondo entre la noche.

The reveler.

Come here, we shall celebrate,
no, no will be regrets;
I´m the the prince of lies.

And youll never will see the light
from the same crystal,
since we show you another life.

You won't leave alive from this revel session,
we advise you take some procrastinacion,
let you mind shut down for bloom.


Leave away the complication,
dont care the defloration,
let your fruit be consumed.

And feel the storming hand
hitting your insides,
we dont born to regret goods.

You won't leave alive from this revel session,
we advise you take some procrastinacion,
let you mind shut dow, there's more than just the truth.

Check spiles are not from my gun,
run now, we´re not lonely while we talk;
lights off and I saw you smile,
I guess you always know the truth on lie.





lunes, 9 de junio de 2014

Crossing the line.

If you said always all right,
I cant assure your health;
let me cut off your grass,
let me lay in your bed.

It's a melody that you hum to me every night,
it's an harmony that we made with all our stuff;
I'm sorry that I cant stop every tear in your face
there are feelings that are far away from me... crossing that line.



Let me see waht is inside your breast,
I promise not tell to anyone else,
It's just that I cant resist curiosity
to know your most secret nooks.
Don´t be so cruel with me.

It comes like a fantasy with tiny hands,
and fragile eyes that with the air they cry;
I'm sorry that I cant stop every tear in your face,
there are feelings that are far away from me... crossing that line.

So please be my wife,
I dont know why, but I predict so much fun,
til' you know, we both don't like that brands.



sábado, 7 de junio de 2014

Vida de ardores.


La primera vez no sabía de que iba,
así que mostre una cara de desagrado;
tenía un cabello imposible y una sonrisa
que a mi parecer no podía ser sincera.

Recuerdo haberle soñado aquella fechas,

y un matrimonio absurdo haber llevado;
era muy joven para saber de la belleza
asi que lo tomé cual pesadilla.

Ella se mudo poco despues,
y entonces algo en mí cambió un instante;
ya no era mas un juicio de exilio,
sino mas bien el sentimiento de extrañarle.

Esa fue la primera vez de muchas,
en las que caeria encantado por una mujer;
cual maldicion había iniciado
mi busqueda de la alegria en otra piel.

 La siguiente fue una chica callada,
de belleza incomparable hasta el momento,
pero mi recuerdo a veces falla, 
si existía me es un misterio.

Su pelo era negro y dadivoso,
sus ojos dos taladros en mi cuerpo;
sus labios un bombón carnoso,
y su piel era la nieve del invierno.

La siguiente mujer fue un error,
una urgencia de querer al projimo;
una piel por la cual no sentí ardor,
ni en su rechazo un parafraseo.

Poco despues vino esa mujer,
de postura firme y deseos increibles;
de sed de justicia e igualdad absurda,
de palabras a las que era susceptible.

Su pelo era un chocolate suave,
y su piel un manjar exquisito;
sus ojos la inocencia y la esperanza,
lo que en este mundo ahora esta prohibido.

Esta vez el error fue para ella,
pues el tratarme le trajo desabrigo;
sangre, lagrimas, odio;
al final termino por alejarse.

Años mas tarde veía tantas mujeres,
y a tan pocas trataba por el miedo;
había aprendido a no dañarles,
haciendome obciso a mi deseo.

Fue hasta que conocí a la primera,
a la que decidí condenar con mi cariño,
aun si no sabía quien diablos era,
fue una alegria de riada y de desquicio.

Su sonrisa era una buena fachada,
y sus ojos disimulaban su lujuria;
sus labios eran un cuchillo sin filo,
su amor una granada sin su aguja.

Su miedo fue el cancer de mi vida,
y su orgullo los grilletes de mi ayuda;
sus sueños fueron el desborde del vaso,
que llenabamos en pugnas día con día .

Así sufri por primera vez la ausencia,
y odie a quien me fuese bella;
pero el tiempo curó y perdono mi ira,
así como tambien me olvidó de ella.

Conocí despues a la espontaneidad,
a mi descaro y a la misma imprudencia;
ví quien era a traves de ella,
y me presenté entonces como su fuerza.

Aprendí a amar en su presencia,
pero no como se ama a una pareja;
había pasado tanto tiempo conmigo,
que a deshora conocí su tendencia.

Le dañé como jamas hubiera querido,
y como yo nunca habría soportado;
condené mis actos indignantes,
a pedir perdon a lo divino.

Finalmente volví a mis comienzos,
donde ese cabello revoloteaba;
quizas ahora sepa amar el sueño,
y volverle entonces la mirada.


viernes, 6 de junio de 2014

Carta al ardor.

Hoy te hablo tonto y absurdo sin razón,
del cual me niego a pronunciar su nombre,
un tanto miedo, un tanto adoración,
del valor que has tomado ya de golpe.

Soy víctima de tu encantamiento atroz,
que en cada momento engaña mis orbes
y pronuncias espejismos de añil pasión,
que en grises terminan sus colores.


Ahora estoy ante otro corazón.
que espero hasta el final adore;
ahora yo soy un ladrón,
que busca el brillo de sus soles.

Jugamos a no tenernos compasión
y a desearnos entre juegos seductores;
ella con la distancia y la ilusión,
yo con mi obstinado hablar de amores.

Y nos salva odiar sin coordinación,
y querer en los momentos de gran goce;
esta vez no puedo alzarme ganador,
pero si que disfruto el gozne.

Así que espero no cometas traición,
sentimiento que aun no pongo nombre;
estoy a merced de esa maldición,
que me intrigue y me enamore.



jueves, 5 de junio de 2014

Mano y uñas.

Tu eres como tus mismas manos,
suave y pequeña de alma,
maltrecha por el tiempo y su paso,
con pequeñas cicatrices de dama.

Inquieta y sin querer otras manos,
golpeas de manera desganada
a aquellos que te han sonrojado,
para tus nudillos combinen su gama.

Yo soy como uña a tus manos,
me mutilas sin querer cada mañana;
tus ansias sin querer me han condenado
a no crecer a más de una pulgada.

Aun así crezco entre tus manos
y tus dientes inciviles me arrebatan;
soy el descuido que llevas a tu lado,
soy quien crecerá tras ver la parca.





miércoles, 4 de junio de 2014

Besos en tinieblas.

Lo he tenido todo y me conformo con nada,
he estado en la cima, mas me entierro en la arena;
he visto la gloria desde el vientre de una dama
a la cual jamas he sabido tratar como quisiera.

He bebido venenos que no me desagradan
y antídotos finos que en mi lengua marean;
sabores tan crudos como tres días de parca
no se comparan a un simple hilo de seda.

No disfruto la victoria en ciertas batallas,
pero si perderlas contra idiotas que celebran;
más que un simple triunfo me hace falta
para olvidar que sigue siendo primavera.

He llorado a la gente menos grata,
me he reído de los mas dulces poemas;
he soltado las manos que me amaban,
para ir por besos en tinieblas.

Adivina que me haces.

Hacen falta días para saber que sigo vivo,
y kilómetros por no hacerte tanta falta;
hacen falta heridas que muestren nada es mío
y que tu amor jamás alzó su falda.

Me hacen falta años para huir contigo,
pero mas me falta el beso sincero que me encara
y desarme esa mascara de pajaros lascivos,
que a mis ojos ya no quiero que hagan falta.

Aquellos sellos en visitas se despegan;
aun si meses de sonrisas los celaban,
me hace falta saber que te conquisto.

El mundo gira y no desvelas,
mientras yo resguardo cariñoso tus veladas;
hace falta para darme por vencido.

Me haces tanta falta.

lunes, 2 de junio de 2014

El final del ermitaño.

Solía ser el ermitaño en la montaña;
prefería la compañía de mis pensamientos
a la de aquellos que en mi pasada,
tenían la mala suerte de encontrarme.

En mi cueva húmeda filosofaba
y escribía garabatos para mis cimientos;
trabajaba hasta que diera la mañana
en proyectos de como perder el tiempo.


Consideraba que de mí a los demás salvaba,
y me refundía en lo recóndito del cielo;
en ese punto en donde las nubes tapan
y el azul del mar deja de surtir efecto.

Aun así, al ignorante yo envidiaba
por caminar donde nadie debe hacerlo,
y por querer las cosas sin importancia,
como si se tratase de su propio pecho.

Tenía encuentros de miedos en ventanas
y pesadillas que se mantenían al acecho
de mis parpados pesados de madrugada,
con esos ojos apunto de ser desechos.

Entonces después de una noche desvelada,
salí un rato y volteé rendido al cielo,
y ahí vi la sola Luna recatada,
esperando el cariño en el silencio.

En principio, incauto yo le contemplaba,
pero me fui dando asco de mi aspecto;
así que cambié mis ropas y corté mi barba
y salí disimulando aquel deseo.

De momento tuvimos largas charlas
y aunque ella jamas habló al respecto,
decidí que podía ofrecer mi alma,
a fin de verle contenta un momento.

Así la cueva se volvió cama
y la soledad se fundió en un beso;
y en un instante de plena locura,
dejamos apagado al cielo.

domingo, 1 de junio de 2014

Tu sueño hogareño.

Para ser de los que nunca recuerdan lo que sueñan, me pintaste un panorama bastante claro aquella vez. Resulta difícil creer una verdad tan bien elaborada, pero siendo yo tan crédulo de tus alegrías, me permití escuchar tu descripción paso a paso. 

Comenzaba con un auto negro y un traje, que te recibiesen y te llevasen a un lugar que pretendes reconocer. Podría ser cualquier privada, cualquier ciudad, cualquier país, pero los sueños se limitan a mostrar lo que una vez ya conocimos. 

Llegabas a una casa grande, blanca, con toques esenciales de azul para no perderse; ahí la comida te esperaba en la mesa, pero decidiste ignorarla, estabas demasiado ocupada inspeccionando la casa. Había una cocina con su ventanal, y una isla de mármol tirando a beige. La alacena era blanca, adornada con elementos dorados. Era una vista bastante iluminada. El comedor tenía asientos de piel, tapizados del color del café. La mesa era de cristal con una base metálica, lo cual no me convenció del todo, pero habría una buena razón para sus gustos. Al fondo, Nenúfares rosa de Monet. 


En la planta alta, había cierto misterio, una cuna de aspecto divino. Era de un azul marino, ribeteada con encaje blanco. No quisiste entrar en detalle de lo que había dentro de ella, y yo no me atreví a preguntar. En ese punto, mi mente empezó a revolotear y a recordar aquel otro sueño.... También había un sillón, pero eso fue todo el detalle de esa habitación. No estábamos solos, al menos mi hermano estaba ahí. Había pasado ya un tiempo, pues definías los rostros con perfiles maduros, pero el tiempo no pasaba por ti. Aun conservabas tu esencia infantil y apariencia inocente. 

Definitivamente era un sueño, pero aun con sabor a otro sueño. Pareciera la misma casa, la misma gente, la misma habitación, pero buscar coincidencias puede ser peligroso y esperanzador. Dejame pensar que nuestros sueños pudieron haberse cruzado, aunque sea en un rumbo inadvertido. Quizás algún día, nos atreveremos a recordar aquella cuna.

Algo de princesas.

Parece cometí un error de nuevo princesa,
y otra vez me he ganado un dia de soledad;
maté el momento que ansié que sucediera,
tu rostro mostró esa mueca con maldad.

Aun no se que te miro princesa,
o porque me someto a tu enemistad;
aun busco tus mejillas abran las puertas
a esa alegria absurda y sin libertad.


Mi pecho se congela princesa,
mientras tu prefieres camas sin amar;
pero en la mañana tu semilla aun siembras,
las raices en mi espina quieren torturar.

Deja de traer tu falsa esencia,
cuando cariño ansias de verdad;
mata de una vez las apariencias
y acepta de una vez mi realidad.

Parece estupido princesa
que despues de todo te quieras alejar,
ahora que te encuentras indefensa,
ahora que recuerdas como llorar.