viernes, 29 de agosto de 2014

Vivos al fin.

Te hable alguna vez del vergel,
no estamos muy lejos de ahí;
si algún día te olvidas de Abril,
podríamos ir a ver.

Allí el agua sabe a té,
endulzado con miel y anís;
las camas con aire febril
te invitan a yacer.


El Sol se oculta en el ayer
y del arcoiris puedes ver el fin;
las nubes solo vuelven gris,
cuando así lo quieres ver.

Te hable alguna vez del edén,
no estamos muy lejos de ahí;
si algún día te acuerdas de mí,
ahí podríamos ser.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Entrevista a la culpa.

Una entrevista empezare a tu persona
y a expensas de lucir un descarado,
tratare de guardarme tus secretos
como bellos obsequios en la bolsa.

Cuenta la verdad de aquella boca
¿Quién fue el para ser tu amado?
¿Puedo acaso tomar tu mano?
¿Qué es lo que te hace poner roja?

¿Cómo conseguiste tu mascota?
¿Porqué tus lágrimas han secado?
¿Será que en tu risa hay un falso?
¿Porqué no querer sentirse sola?

¿Te has subido a la noria?
¿Te has olvidado el relicario?
¿El infierno realmente es malo?
¿Cómo vives sin memoria?


¿Has pensado de vez en sogas?
¿Porqué las locas prefieren los gatos?
¿Cuándo me mataste sentís algo?
¿Cómo duermes con congoja?

martes, 26 de agosto de 2014

Estrellita.

Una estrella pequeña había bajado del cielo, reluciente pero insegura, palpitaba su brillo cual latido de pena. Sus puntas eran largas de apariencia, pero en realidad era por su densidad tan variable que se daba el lujo de mantener. Era un caso de desequilibrio, inerte entre emociones y decisiones, entre acciones y sentimientos, de sucesos y deseos. Sus ojos eran dos pequeñas joyas escondidas entre unos parpados ligeros y su cabello una rareza de blancos desvaneciendose en su cuello. Llevaba un vestido blanco que cambiaba de color con sus pensamientos, y sus piernas quedaban al descubierto, similares a las de una niña, pero se nublaba su roze con el suelo.


Recuerdo haberle preguntado porque había bajado a este suelo tan gris teniendo noches esponjosas y despampanantes. La estrellita sonrojaba y reía, y su brillo se volvía cálido a mi piel. Su respuesta era un silencio que raramente no intrigaba, sino que hablaba por si mismo. De cierto modo, sentía que podía identificarme con su distanciamiento del cielo y quise abrazarle a pesar del calor que irradiaba de su cuerpo; al acercarme, ella recobró el sentido de golpe y sintió temor de mi presencia, así que se tornó fría, escarchando mi mano, que era lo mas cercano a ella en ese momento. Sorprendido, retrocedí y mire mi mano entumecida, mientras que ella volví a mostrarse cálida y a reír; no es que disfrutase mi sufrimiento, realmente le agradaba mi compañía y a mí la de ella. Así, cálido en la distancia, y frío en la cercanía, era nuestra relación cada vez mas intima. 

Había  veces en las que buscaba forzar las cosas y la abrazaba a expensas de terminar al borde de la pulmonía; ella no estaba a gusto con ocasionarme tantos inconvenientes, pero sabía que mis intenciones eran el estar mas cerca. Lloraba. Muy en el fondo sabíamos que no podíamos compartir los mismos cariños, que había cosas que por mas lo intentáramos,jamas podríamos sentir. "El cielo puede no estar hecho para todos" pensé. A pesar de ello, abusábamos del tiempo vagando entre los lagos y los parques de diversiones, comimos hasta no haber nada que quisieramos probar, reímos de todo lo que tuviese una pizca de humor y hablamos por horas y horas...

A veces mirábamos al cielo, y en sus ojos notaba cierta nostalgia, la cual siempre trataba de ocultar mirando hacia el pasto y hablarme de cada pequeño insecto que se cruzase en su camino. Jamás quise dejar las cosas así, pero temía hacerle pasar un trago amargo a mi estrellita. Sonreía tan fácil y lloraba de igual forma.  

Hasta que un día llegó el momento que tanto rehuí, y en medio de la habitación un lago se daba origen y se helaba en un fino instante. Me acerqué con cuidado hasta su origen, temblando y apenas apto de mover mi rostro. Su cara se mostraba llena de impotencia; habíamos saboreado cada uno de los sabores de este mundo, jugado en cada uno de los rincones bellos y atroces, y habíamos apreciado cada vivido color y movimiento que había por ofrecer; pero sabía que faltaba algo importante. Sufría por no poder darme ese algo, y aunque quería decirle que todo iba a estar bien, ella sabía que en el fondo sentía el mismo dolor, la misma impotencia. Así la abracé por ultima vez, y creanme o no, por un momento sentí calidez entre sus brazos.

lunes, 25 de agosto de 2014

Malas cosechas.

Sembramos malas decisiones
y les cuidamos con negligencia;
sabíamos que tragaríamos el fruto,
pero no que hiciera nudo de emociones,
que alejaría a quien no lo digiera,
que el decaimiento fuera tan abrupto.


Quisimos servirlo con flores,
pero se volvían fácil mala hierba
y hería las lenguas de inmuto;
quisimos sanar su decadencia,
pero siempre nos llegaba a la cabeza
ese instinto asesino y de repudio.

Al final entre desardores,
hallamos quien el mal nos consumiera,
pues también cosechaba dicho fruto
y había probado decepciones,
que en risa ella volvieran
junto a mí en el desayuno.


domingo, 24 de agosto de 2014

Embriagado.

Caímos en lo prohibido,
en tugurios y tabúes,
de vampiros, ataúdes,
en destierros sanadores.

Probamos raros vinos,
de los cuerpos sin horrores,
afilados bisturíes,
de la meta, perdedores.

Plagiamos viejos ritmos,
 robamos emociones,
matamos las pasiones,
que dejaban los mil soles.

Empezamos bellos ritos,
florecieron los sabores,
los fluidos corporales,
se pudrieron mis amores.

jueves, 21 de agosto de 2014

Castigo y deseo.

Me he advertido a no acercarme,
a no poner un pie en tu camino,
que el desastre traigo en el descuido
de otra vez poder besarte.

Aun tu recuerdo susurrante
me castiga entre sueños repentinos;
soy el culpable de aquel delito,
por el cual jamas me condenaste.

Que terrible es recordarte,
pero aun peor seria el olvido;
soy tan solo otro cobarde.

Que de risa llenes el aire
y de sabanas el escalofrío;
que el mejor sepa cuidarte.


martes, 19 de agosto de 2014

El monstruo del recuerdo.

Hoy encendí mi locomotora,
y entre el humo aspire tu recuerdo,
había un monstruo tras de tu sombra,
que de tu amante se había encubierto.

Admiro el disfraz y me asombra
que detrás de aquel gran esperpento,
tu solo vieras amor y rosas,
rosas que espinaban suaves dedos.



Tus manos manchaban la alfombra
y en su papel limpiaba el detrimento;
aun el quería creer en rosas,
para darte cada día sin tormento.

Ahora en cicatrices ya no brotan
esas rosas rojas de tu huerto;
el ahora siembra bellas moras,
que veneno esconden al hambriento.




lunes, 18 de agosto de 2014

La paga.

Sabiendo que mi nombre es pandemonio,
¿como esperabas dormir tranquila?
cuando el diablo coge tu mano,
es muy tarde para rechistar.

Has visto los frutos mas preciosos,
has robado su jugo y estamina,
y has hecho de su muerte un engaño,
ya es muy tarde para perdonar.

Comiste de sus labios en bochornos
y probaste los fluidos de la vida;
tu pureza la has desechado,
y presiento no regresará.



Contaste los simples defectos
y confiaste en no perder sonrisas;
en los espinos te has atascado
y tu sangre atrae al animal.

Marchaste sin pizca del agobio
y ahora no encuentras la salida;
el mundo nada ha regalado,
llegó tu tiempo de pagar.

domingo, 17 de agosto de 2014

El falso artista.

Solía llamarse a si mismo genio, aunque por dentro sus capacidades se limitaban a un pequeño alarde de habilidades varias, las cuales jamás se intereso en dominar. Sus decisiones no eran mejor que las de los abatidos y sus sueños no eran mas que palabrerías inculcadas por su entorno. Se pasaba la vida mirando a la ventana, quizás buscando ver algo que nadie mas pudiese, pero muy por dentro el sabía que eso no era tan simple; hacía falta esfuerzo en sus brazos, ampollas en sus manos, mugre en sus uñas. Su pelo era aspero a la vista, pero al tacto era sedoso, como del que vive en el encierro. Vivió la mitad de su vida encerrado, y cuando decidía librarse, descubría haber entrado en otra jaula mas peligrosa, con menos alimentos, con menos sociedad. Temía. Así es como siempre volvía a ese nicho que podía llamar hogar.

 


 Su mente poseía ciertos rasgos de belleza; le gustaba aprender y se le daba fácil hacerlo, pero no tenía interés de indagación; jamas hizo algo que no fuese obligatorio para si mismo o para con alguien mas. Amaba como idiota, le temblaban las rodillas al hablar con una mujer, y no sabía como empezar una conversacion que no tuviese que terminar de inmediato; si alguna vez fue querido, fue por mero capricho de la vida, los cuales el jamas quiso apreciar. Quizás, inconscientemente, prefería la soledad o las malas compañias, tal ves porque le recordaba a la casa, o tan solo un mal habito de no soportar a la sociedad. 


Se hacía llamar complejo por sus dudas, en las cuales navegaba día y noche, haciéndose la víctima de un destino que no sentía capaz de cambiar. Y en su tormento lloraba, y sucumbía, hablaba con los demás de lo trágico de la existencia misma, y en los peores casos, desesperaba a sus seres queridos. Era un terco por naturaleza y orgulloso aunque nunca lo admitiese como tal. 


Egocéntrico mas no narcisista, estaba al tanto de ciertos limites impuestos por si mismo, los cuales le permitían llevar una vida mas tranquila, o mas bien cómoda, se odiaba por no poder cruzar esas lineas imaginarias, pero se amaba por haberlas hecho; era un amante del conformismo invisible. Se escondía en el arte para justificar su lucha contra el destino, la cual tenía como propósito solo una cosa: libertad. Evidentemente, empujaba a los otros a seguir sus pasos, a fin de que su meta fuera mas complicada, y no tuviese posibilidad de alcanzarla. Quizás jamas le gustó terminar las cosas. Yo siempre lo vi como un falso artista.

viernes, 15 de agosto de 2014

Dama y mudo.

Llegó cual invitado inoportuno,
y en su seriedad cortejaba el aire,
aclamándose la dueña de mis males
y de mis anhelos mas impuros.

Recordé mi cadena en turno diurno,
y bajo el árbol sus cadenas se mostrasen,
pero aun sus ojos calentaban la sangre
y enfriaban mi latido nauseabundo.

Jugué a caer bajo su embrujo
y cubrí mis ojos del desastre;
mi boca inmutada inteligente,
mis dedos torpes a su astuto.


Mis sueños alcanzaron el sepulcro,
y empuñe hasta escupir sangre;
tu silueta volteando en esa tarde,
tan lejos de mi amor ambiguo

Así busque en pie el auxilio,
y en rodillas el reencontrarte,
y acostado querer soñarte,
sentado a escribir sin desayuno.

Que difícil amar tu enturbio;
cuando de ti me enamorase,
tu a la libertad amases,
de todos menos del mudo.

miércoles, 13 de agosto de 2014

Frida.

Con el pelo trenzado y tus orejas al descubierto, con la frente cubierta de flores de vivos colores y de frente al amor que tanto sufriste, así te vi aquella noche. Tan llena de vida desde el purgatorio compartido, tan muerta como en aquellos retratos que tanto lloraste,  tan fina en tu arte y en tu cultura, tan indecente en tu vocabulario; así te veía y tu me ignorabas, cual si fuera yo el fantasma de esa realidad que ya no reconocía como mía. 

En tu alma, llanto y risas se turnaban el desquite en tu rostro, y así también la alegría el sufrimiento tu alma. Sabías que la vida había sido grata por haber ocurrido, y que el amor es un obsequio que muy pocos alcanzan, pero también sufrías de decadencia en cada momento, casi sin descanso, intercalando la enfermedad y el corazón roto que sanabas entre ratos con manos suaves y delicadas. Admitías que no siempre tuviste tan claras las razones de tanto dolor, y que seguías buscando soluciones para esos problemas que se retorcían dentro de ti, cuando en realidad se trataba de tu mera existencia la que querías resolver.


Recuerdo hablabas de libertad, de alas y de volar lejos sin temer a cualquier jaula, bellos versos disfrazando a la locura que poco a poco habían cultivado en tu mente, y que en su florecimiento tu cuidaste y atesoraste para que creciera insana y fuerte. La verdad, es que tu ya no podías volar con tus alas; te habías aprisionado en tus pesares pero jamas hizo falta alzar el vuelo tanto como ahora, ahora que el cielo te ha dado nuevas no hay como desmentirte.

Admiré por un instante aquel amor a prueba de todo que tanto se afamó entre leyendas, y como a pesar de ser como dos gallos peleando en el palenque, eran dos gotas de agua del mismo pozo, hundidos en una realidad que cavaron juntos, en la cual había frío, humedad, oscuridad, pero también un rayo de luz y unión, aquella que nadie podría separar. Tu amor fue una pala ante mis ojos.

 Eras la llorona en carne viva, un fantasma, una madre desgraciada, un escalofrío en la piel, un lamento sin calmar. Cayendo la noche, caía también el río que desembocaba en Diego; tus luceros filtraban las penas de cien sentimientos, mil injusticias y un millón de ignorantes, ya muertos en vida por no conocer la libertad. Un abrazo jamas fue suficiente para callarte, pero eso era parte de tu encanto.

En la memoria de muchos dejaste una historia, y en las de otros pocos un sentimiento de cólera e impotencia. En mi has dejado un sentimiento de necesidad imposible. Amar es un sufrir que te envidio amarga Frida.

sábado, 9 de agosto de 2014

Asuntos pendientes.

Me encuentro frió en mi rincón,
asustado de las voces de los muertos,
sujeto a no olvidar la maldición
que he dejado sobre mis adeptos.

Me acurruco sobre mi colchón,
pero el fantasma me abraza con desprecio;
aquel que ríe y llora en el interior,
en su voz noto el mas crudo lamento.

En mi historia se filman pesadillas
y se narran relatos sin sentido;
cuando la noche sin luna apareció,
también así las lágrimas de mi tormento.

¿Sera acaso parte de la razón
o una muestra de mi cerebro enfermo?
el fantasma ríe y dice adiós,
librando sus pendientes en mi infierno.




jueves, 7 de agosto de 2014

Utopía.

Hoy el Sol arde y yo no,
las nubes perecen como el sueño
y la lluvia ya no acepta simples danzas
hoy la tierra muere y yo no.

Comienzo a buscar aquel amor
en esos lugares de sequía
porque en abundancia pierdo la calma
y cortó todo ante el terror.

Empiezo a llamarle salvación
a ese pedazo vano de utopía
deambulo profano de esos besos
que demuestren nunca seras mía.

 
Aun así busco en el recuerdo
al imposible en cada pesadilla.

Mandó mensajes sin corazón
como anónimo firmo mi osadía
y me cubro de estrellas y esperanzas
tan desnudo como el pensador.

escribo fragmentos de canción
y se los canto a mujeres tibias
quizás algún día haya acabado
de burlarme de sus pobres vidas.

Aun así busco en el recuerdo
aquella dama que acabe con la mía.


viernes, 1 de agosto de 2014

250.

250 indirectas para mis cercanos,
unas 40 hablando de mi regocijo,
unas 50 del martir al que encarno,
160 escritas para estar contigo.

25 que hablan de tu rechazo,
11 querían nuevos comienzos,
32 mencionaban los finales;
182 de lo bella que es la vida.

67 para quien fui un desalmado,
28 para la que fui un indeciso,
50 para el cariño no deseado,
105 para mi egocentrismo.

30 demuestran mi locura,
90 mi cordura y decencia;
en 40 contradigo mi persona,
250 hablan de una historia.