miércoles, 9 de octubre de 2013

Empezando de nuevo.

A estas alturas me he topado con el inicio;
el cuenco sagrado que nos mantiene vivos
y razonantes de la utilidad del pasado,
tan atroz y descarado en su cinismo.

Topé con el sueño, ya en un camino vacío,
y es que, si no tenía sueño, no hay sentido,
no hay moral, ni espíritu del amado,
no hay reacción sino desencanto

Porque el encanto es una maldición,
un indicio de lo mucho que perdimos,
sin poder hacer nada por recuperarlo;
y el desencanto es hacerlo sin sentirlo.

Y el sueño me encantó en un inicio;
pero tan fuertes bofetadas fueron gran servicio,
una ayuda divina flechando sin dudar
la esencia de mis pensamientos mas perdidos.

Y lloré. Por supuesto que lo hice,
porque la verdad siempre me había perdido,
pero solo entre mis narices se habrá escondido,
pues jamas estuvo lejos de mis manos.

Entonces solo pude hacer una cosa: caer.
El cielo no era mas mi sueño, sino mi pasado,
y este encuentro de verdades se hicieron el camino, 
y el suelo me hizo un cálido recibimiento.  
Y yo lo recibí también a el.



jueves, 3 de octubre de 2013

¿Cómo medimos el intelecto?

Siempre creí que la inteligencia nacía del orden, y mientras más lo generabas, más te producía. Era total esclavo de esta ideología, al grado que genere una neurosis de ansiedad en el cumplir. Años viví al margen de las normas y de la educación que se impartía en mis instituciones, aún si mi comunicación con los grupos sociales mas cercanos a mi era casi nula. Llegué a considerarme superior que aquellos que desobedecían las leyes y sentía compasión por su pobre entendimiento del regimiento universal. El universo siempre ha sido un sistema ordenado desde que se creó. ¿Porqué deberíamos ir en contra de esa realidad?

Entonces un día, en mi profundo pensamiento, dudé. Dudé de mí mismo y dude del mundo que conocía, porque la verdad no es algo que se podía alcanzar así de fácil, porque no he sufrido lo suficiente para conocerle. 

Decidí empezar con la inteligencia, ¿qué era ser intelectual?

Y, para mi sorpresa, encontré caos. Pero un caos basado en orden, tan bello y tan endémico. Pero, ¿Cómo podía existir semejante combinación en un ambiente creado de orden? ¿Era acaso una broma de la idiocia para dejar al hombre en ignorancia? ¿Qué es el bien y el mal delante del absolutismo de lo correcto?

Lo es todo. Porque lo correcto no siempre es bueno, ni lo bueno ha sido siempre correcto. Al final, somos hombres, y eso es un mero sinónimo del desastre, porque mientras más queremos orden, se genera más la catastrofe. Eso es ser humano, y yo no quería ser humano. Entonces ¿porqué he de rechazar mi naturaleza y mis instintos?



No hay que hacerlo. Solo serlo. Porque aun por encima del orden, deberíamos hacer el bien o el mal por encima de lo correcto, y ambos caminos estaran bien. Ambos son humanos. ¿Ser humano es bueno?

No lo creo, pero alguna razon divina habrá para ser el virus de este sistema perfecto. Así que viviré, y tiraré a la basura el control, pero sin perder de vista quien soy yo. No soy un Dios perfecto, no soy el orden del Mundo. Soy un hombre con brillo. Un prospecto a intelectual.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Vuelve a la vida.

De un sueño vagabundo me levanto, y a medias el café me he dejado por falta de apetito. El tiempo en cenizas me habrá dejado igual, y más rápido de lo que había prometido. Y aún así no me quejo de los momentos del pasado, que han sido más que oro y menos que alivio.



Un tormento de alegrías pasajeras de un transporte sin camino. Ese es el presente que elegí involuntariamente. Ese es mi yo hasta ahora.

He caído y he fallado, he llorado y sucumbido a la ira del momento. Pero sigo aquí, y admito que he llegado lejos. Agradesco estar aquí, aun con todo lo que he perdido,

¿Porqué?

Porque existo.

Y así también existen mis acciones, mis recuerdos, mi legado y testamento. Y este dolor o esta alegría solo conmemoran ese hecho. Sigo vivo. Así que salgo de casa y busco un taxi, y  me dirijo a mi propia prisión, porque hasta un preso puede ser feliz, y más allá de estar triste o alegre, mi deseo es ser feliz.