La enseñanza del otoño.

¿Dónde esta la verdadera caída?

me he soltado del precipicio,

he planeado al vuelo,

y he preparado mi cuerpo al suelo.

He escuchado de porfías,

de victorias vacías de principios,

todo antes de muerto

caer sobre el aspero terreno.

Se han olvidado las mentiras,

mas perdón sigue sin ser visto,

pero si buscando al viento,

que grita a tiempo su regreso.

Y sigo cayendo mientras grita,

y la vida en mis ojos cual un libro,

se desglose en un climax eterno

a la memoria desde el encuentro.

¿Dónde esta la verdadera caída?

en un escenario propicio,

donde ganas un momento,

al perder valor verdadero.

Por eso caigo pero no en caída,

sino en un simulacro creativo,

que retoma mis riendas con sueños,

mera alegría del pensamiento.

Sufrir es voluntario.

Cuentame una historia,

en la mañana del dia que viene;

pintaremos pasos en memoria,

que vastos recuerdos nos deslinden.

Bajemos juntos escaleras,

pero que un pie esta vez no le sucede,

su compañero vecino de pierna,

si bien juntos a saltos se tienen.

Que no haya lugar para tristezas,

mas que las de alegria provienen;

porque sufrir es para las hierbas,

pisoteadas por los pies que caminen.

Que en la sien no haya maleza,

ni ningun truco del va y viene,

sino un sol de eterna idea,

de euforia que en los labios hierve.

Ya nadie recuerde la violencia,

del dolor que al instante siente,

y al mismo instante cesa,

pero en un recuerdo camine.

La noche dorada.

Como una bestia,

gritando al sol de la mañana,

hoy se desenfrenan

los sueños de la noche dorada.

Y es porque le molesta

limitarse una horas por semana,

mientras el sol se jacta,

cada vez mas por tajada.

Y es porque inquieta

el alma de vagabundos llaman

a las puertas de la hierba,

que ella abre siempre encantada.

Se liberan de maleza,

y el vacío con humo pasan,

el cual en respiros liberan...

pero ojala durase mas la noche dorada...

El vals de Morfeo.

Anoche soné el vals de la vida,

un encuentro interminable de luces y caricias,

disfrazadas de pasos de baile y de bebidas

engañosas en brebajes misteriosos.

Estaba solo sobre la pista,

y todos bailaban disparejos en esencia,

mas aun así reían ignorantes de la belleza,

oculta en la pista al ser meloso.

Bajaron las luces y subieron las bebidas,

y aun seguía clavado yo en mi silla;

solitario, mas no solo en mi decidía,

y así a una dama en mismo reposo.

Le ofrecí una charla divertida,

y ella rió, y yo le sonreía,

y aún cuando no me conocía,

me invito a bailar al son hermoso.

Y vi como mis pies se divertían,

a pesar que bailarín torpe prometía,

esa noche la luna fue la gran testigo

del amor que nacía indecoroso.

Buenas noches.

Esta bien dormir hoy,

tendernos a la pereza respirable,

el éxtasis del antiextasis,

al compromiso irresponsable.

Al respirar de la pasión,

a aquel olvido formidable;

a la cuna del desertor

de la noche eterna y entrañable.

Esta bien soñar hoy

y aspirar mas que solo el aire,

que a pulmones llega haciendo énfasis,

pero termina por salirse en el instante.

Al sentir expectación,

la ambición resulta inevitable;

no es para menos añorar calor,

para el pecho que asomase.

Esta bien dormir hoy,

si duermes al lado mío;

esta bien soñar hoy,

si el futuro pinta contigo.

Buenas noches suena a adiós,

pero en tu boca es el cariño;

el indicio de que el corazón

aun tiene latidos consigo.

El silencio en sus ojos.

Siempre he buscado la mas mínima excusa,

el simple chiste de redactos y pensamientos,

y que mejor excusa podríamos disfrutar

que la razón eufórica del rompe hielo.

Un instante improvisado de la medusa,

que ha observado fríamente a esqueletos;

hechos piedra y de pensar

en la belleza del sonido del silencio.

De egocéntrico y malvado se me acusa,

pero existen pruebas de mi regocijo,

noble, prueba a comprobar

que si encuentro los ojos, yo me pierdo.

Mimado entonces por sus lunas,

y flotando como en sueños becerrillo,

los cuales empezamos a contar,

pero antes de terminar me duermo.

 Hoy los labios duermen,

hoy los ojos duermen,

los corazones también duermen,

hoy la vida despierta.

La curiosidad de caminar.

Me encantaría conocer la gracia plasmada en otros términos, igual de coloridos, pero quizás bajo unos tonos mas cálidos y tiernos, que proponen un sentimiento de instante a la imaginación de los amantes. Me encantaría recordar los pasos perdidos en sueños pérfidos, que si bien impactantes, me han dejado sabores amargos en la memoria. Y aún así jamás hay que padecer de sueños, porque el anhelo del hombre es lo que revive sus ojos llameantes, y si bien la llama parece apagarse, bastará con rociarle ambiciones y taparlo de conciencia, que suele venir acompañado de lluvia y nubes grises oscilantes.

Me ha tomado pasos en falsos y caídas de la silla, miedos desbordantes y varias animas perdidas, pero al final  me he montado nuevamente, quizás no a la misma cima, ni por el mismo camino. Al final solo se tiene que llegar.

Es curioso como la mentalidad del hombre puede cambiar en instantes repentinos, espontáneos como el mismo climax incesante, que al final olvidamos por donde hemos caminado y de donde venimos. Parece ridículo el padecer de esta conductas tan cortantes e inminentes, pero, mas a fondo, es indiscutible la razón de dejar el pasado atrás. Y es que cargar cadenas y recuerdos mortificantes, jamas ha sido algo cómodo para caminar. 

No lleves mas que lo indispensable se ha dicho,

 no dejes nada mas; 

no entierres las palabras que predico, 

no mires atrás.