sábado, 28 de julio de 2012

Café sin azúcar.



Dependiendo como mires,
un demonio o quizás tu santo,
un martini o un doble ron,
un espectro de un gran color.

Al azar de tus sentires,
un poema o un calvario
del acoso que sufre atroz
la inocencia de tus manos.

Tantos casos posibles,
una omisión del declarado,
un malentendido matador,
un descuido que a tus ojos escapó.

O quizás por mí delires,
y desees este a tu lado,
una eternidad madrugador,
de fantasías haber amado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario