viernes, 17 de febrero de 2012

Confundir la realidad...

Es curioso lo que se vuelve cotidiano,
malos vicios a un sentir mundano
y actuar con falta de sentido,
tras el sueño haber dejado.

Levantarse y enseguida desnudando
al cuerpo cálido nada llano,
pedir su mano aún dormida,
quizás su voz está gastando.

y añorar secar los ojos llorando,
cada que el techo esta goteando;
y buscar mostrar una sonrisa
a paredes blancas derrumbando.

y al sonar de las canciones recordar
personas absurdas en su hogar;
si bien estoy perdido en el camastro
o la lividez no existió en verdad...