domingo, 14 de noviembre de 2010

El rompevidas

Pierdo la conciencia
y el respiro al levantar;
en las calles derramaron
algunas gotas de tu mar.

Soñando en terminar
la paz y  tranquilidad;
irrumpir algunas casas,
de robar la navidad.

Pienso en el siguiente plan,
como acortar la larga vida.
Somos las viejas heridas,
que nos negamos a cerrar.


Pariente de un no se quien,
enemigo de lo efímero,
asesino de los sueños;
complaceme con tu final.

Vamos a cantar y brindar
ante aquella linda pareja;
robando suspiros y risas,
que dejan al compromiso detrás.

Es hora al fin de irnos,
que el pueblo alardea
quejas y caprichos,
con excusa de libertad.

Si bien no fuimos buenos,
o si el fuego del latido ha quemado
el pecho de la dama convaleciente,
el increíble pendiente del amar.

Sembrando un cenicero,
mudando de piel y de soñar,
haber quedado desnudo al viento,
ni el velo que me cubre os salvará.

Y bien nunca fui sincero,
mas de pie el diablo ha de estar,
golpeando al suelo con pezuñas
hacia el miedo y la pena fatal.